Supernatural

Capítulo cuarenta y seis

-Gracias, gracias de verdad y lo siento mucho -dijo Sam cogiendo la mochila dirigiéndose a la puerta rápidamente, quería llegar cuanto antes al hospital y ver a su amiga.

Linda comenzó a recoger el desastre pero se dio cuenta que Sam no solo se había olvidado su pedido, si no que también se había dejado su móvil, le cogió y salió rápidamente a la calle a ver si le veía, pero ya era tarde, Sam se había marchado, por lo que entró de nuevo, guardó el móvil en un cajoncito que tenía bajo la caja registradora y la tarta la guardó en el refrigerador, sabía que tarde o temprano Sam volvería y podría devolverle su móvil.

...

Una hora antes:

Dean había pasado una noche verdaderamente horrible en el hospital, cada vez se sentía peor,le dolía todo y estaba muy débil, sabía que debía comer más, cuidarse un poco más, pero no le apetecía nada, realmente no tenía ganas de nada, su estómago se había cerrado, aunque estaba cansado, no conseguía dormir pero tampoco tenía fuerzas para si quiera levantarse de la silla donde llevaba los últimos días sentado, frente a Bella. Él solo quería que su chica abriera los ojos al fin, pero según pasaba el tiempo, sus esperanzas se iban disipando, y los médicos no es que ayudaran mucho, parecían creer que Bella no despertaría por lo que intentaban meterle poco a poco esa idea en la cabeza a Dean, y realmente lo estaban consiguiendo por lo que estaba desbastado.

Su hermano no dejaba de venir ningún día, cuidaba de él, le ofrecía comida, pero él solo quería estar a solas con Bella, no le apetecía hablar, no quería fingir que estaba bien, no quería preocupar a su hermano, pero ni si quiera tenía fueras para fingir y no preocuparle.

Aquella noche en particular se le había hecho demasiado larga, la piel de Bella estaba cada vez más pálida y eso no era bueno, los médicos cada vez pasaban menos a verla, como si supieran que ya no había remedio, que ya no había nada que hacer y Dean solo quería gritarles por ello, exigirles que hicieran más pruebas, que hiciesen algo, pero sabía realmente no había nada que pudiesen hacer.

Cuando el sol comenzó al filtrarse por las cortinas de la habitación, a Dean casi no le quedaban esperanzas y le enfadaba, le enfadaba ver el sol salir de nuevo como si nada, como si el que Bella estuviese muriendo no importara, le enfadaba ver como los familiares de los enfermos comenzaban a venir, como la gente seguía con sus vidas, le enfadaba ver como algunos de esos enfermos abandonaban el hospital con una sonrisa en la cara, como podían si quiera sonreír cuando Bella estaba muriendo, como podía el mundo seguir su curso cuando Bella estaba así.

-Bella nena, vamos ya has dormido mucho, tienes que despertar, te necesito conmigo -dijo Dean cogiendo la mano de la chica entre las suyas, mientas pegaba su frente a la de ella -por favor despierta, por favor nena, abre los ojos, no puedes hacerme esto, necesito que te despiertes, por favor, por favor nena despierta, no  abandones -dijo entre lágrimas. Sentía que no podía más, necesitaba a su chica con él, la necesitaba a ella cuanto antes o acabaría por venirse abajo, acabaría por romperse por completo y si aquello pasaba, jamás podría recuperarse.

Y como si de un deseo se tratase, Bella de repente abrió los ojos. Intentó hablar, quería preguntarle a Dean que le pasaba, no sabía donde estaba ni que había pasado, En cuanto abrió los ojos, lo primero que vio fue a Dean llorando y el resto pasó a un segundo plano, ni si quiera se percató del tubo que tenía en la garganta y que la ayudaba a respirar hasta que intentó coger aire por si misma para preguntarle que por que lloraba, pero antes si quiera de que pudiese comenzar a agobiarse por aquel tubo, por no saber donde estaba o por todo el dolor que sentía, Dean ya estaba gritando a los médicos que viniesen en seguida, fueron unos pocos segundos los que tardaron en aparecer, pero Dean no se movió de su lado y la gran sonrisa que tenía ahora la tranquilizaba un poco a pesar de todo.