Supernatural

Capítulo setenta

Tras salir del taller, pasó por la farmacia a por las pastillas que se supone que había comprado, y al supermercado a por la cerveza. Paró en un restaurante de comida rápida de camino al motel donde llenó su vacío estómago que ya empezaba a rugir, cogió comida para llevar para Dean y Bella y se dirigió de vuelta al motel, donde Dean le esperaba con una sonrisa.

-Justo a tiempo Sammy -dijo dándole una palmada en el hombro -¿Y has traído comida? Eres un genio -dijo Dean casi arrancándole la bolsa de la comida de las manos de Sam, pues la pareja tampoco había comido nada en todo el día.

-Si, suponía que tendríais hambre -dijo Sam, sentándose en la mesa derrotado, mientras Bella le lanzaba una mirada de comprensión junto con una sonrisa.

-Y que lo digas -dijo Dean con la boca llena.

-Por cierto, he jodido el faro derecho del Impala, pero ya está arreglado -dijo Sam resignado, mientras Bella y Dean le miraban con la boca abierta.

...

Después de una buena bronca por parte de Dean a su hermano por haber golpeado el Impala, y Bella intentando hacer de intermediaria para evitar que el mayor de los Winchester cometiese una locura, al final todo se solucionó con una disculpa sincera por parte de Sam y la mejor tarta de manzana de la mejor pastelería del pueblo como acompañamiento a la disculpa. Después de que Dean probase aquel manjar que su hermano le trajo, no pudo seguir gritándole por más tiempo.

Fue ese mismo día cuando decidieron que debían tomarse un respiro, solo serían un par de días, pero realmente lo necesitaban. Tampoco es que tuviesen ningún caso entre manos en ese momento.

-Bueno y ¿que se supone que vamos a hacer? -preguntó Dean tirado en una de las camas de la habitación que compartía con su hermano y Bella mientras cambiaba frenéticamente de canal en el pequeño televisor, ya que no encontraba nada que fuese de su agrado.

-Pues descansar, relajarse, desconectar -habló Sam, quien estaba sentado en la mesa que había al lado de las camas, junto a la ventana mientras miraba atentamente algo en su portátil.

-¿Y si vamos a algún bar a tomar algo y divertirnos? -dijo Dean tras apagar la televisión y levantarse, poniéndose frente a su hermano, ilusionado, como si acabase de tener la mejor idea del mundo.

-Es la una de la tarde -dijo el menor de los hermanos con ovbiedad, pero Dean solo le miró sin comprender -ahora no habrá ningún bar abierto.

Dean suspiró volviendo a tirarse en la cama, aburrido.

-En cuanto Bella termine de ducharse iremos a comer algo -dijo Sam sin apartar la mirada del portátil.

Dean le miró mal volviendo a encender la televisión, rebuscando entre los canales, a ver si por arte de magia esta vez descubría algún canal donde pusiesen algo bueno.

-¿Se puede saber que estás mirando ahí? -se quejó Dean a los pocos minutos, ya que su hermano parecía estar bastante entretenido y él nunca había estado tan aburrido.

-Nada, es un juego, es bastante divertido, mira soy un elfo y ahora estoy en una misión en la que tengo que conseguir... -empezó a explicar Sam entusiasmado.

-Mira que eres friki -dijo Dean cortando la explicación de su hermano, no le interesaba de que tratase el juego.

-Fue tu novia quien se lo descargó y quien me lo enseñó -dijo Sam algo fastidiado por la interrupción de su hermano.