Capítulo 18

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Clem


Había quedado en desayunar con Artemio. Estoy por los suelos y en realidad sólo voy porque es él. Me saluda con un abrazo. Bosco se parece mucho a él. Los dos son muy altos y delgados, aunque Artemio es moreno y tiene los ojos marrón oscuro.

Hablamos de los mellizos, de modificarle la dieta vegetariana con la que se alimenta desde que fuera operado del colon y del yoga que practica regularmente por indicación mía. Me distrae de mis tristes pensamientos de esta mañana. Caemos en Bosco, era inevitable.

_No suelo interferir en las decisiones de mis hijos y lo sabes, Clementina_ su preocupación está a flor de piel. Asiento. Es el suegro más consentidor y respetuoso del mundo_. Pero al chico lo veo muy mal y a ti, que eres bastante controlada, no te veo mejor_ jugueteo con la galletita del plato del café.

_No lo puedo negar_ me pierdo en el vacío_. Son años de nuestras vidas que desaparecen con la velocidad del agua en el lavatorio.

_¿No tienen posibilidad de entenderse?_ bebe de su café late.
_Los problemas son de dos. Si un no está interesado ya..._ contraigo los hombros en un ademán. 

_Ya no estás interesada.

_Es más bien Bosco.

_¿¡Bosco!?_ no parece entender nada.

_Nosotros no hemos consumado el matrimonio en sentido estricto. El sexo es nuestro talón de Aquiles y ya no podemos sobrellevarlo.

_Esa historia la conozco hace años. Bosco me lo confió cuando empezaste la psicoterapia_ ¡mierda y con la mayor naturalidad del mundo! Me ruborizo, pensando en todo el tiempo que lo ha sabido y sin un solo rasgo de reproche.

_No creo que Carolien lo sepa..._me hubiera matado bien muerta.

_Acaba de contárselo Bosco despechado, muy someramente.

_Se cansó de remar y no lo culpo_ menos desde ayer_. Mi ansiedad facilitó el bloqueo. Los últimos tiempos se agravó convirtiéndose en un

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trastorno, alterando significativamente mi calidad de vida_ al hablar de ello el miedo corre bajo mi piel_. He comenzado a tratar por otros caminos de la psicología y estoy notando resultados alentadores_ trato mantener un tono regular.

_Me alegra escucharlo_ esboza una sonrisa tierna.

_Sé que es así.

_Si se encamina, por qué han tomado una decisión tan drástica.

_Porque necesito su apoyo y él se resiste a afrontar la terapia. Definitivamente toda esta disfuncional lo ha afectado.

_Ciertamente.

_Le agradezco su interés, pero Bosco ya ha decidido. Hace meses que sale con una mujer_ no hay cizaña por mi lado porque voy entendiendo la lógica real del sexo. Un apetito molestoso que pide ser atendido _. A mí sólo me resta curarme_ ,si eso es posible.

_La vida sería más fácil si pudiéramos elegir racionalmente la senda de nuestras emociones_ pone la mano encima de la mía_ ¡Mírame a mí y la neerlandesa!_ sabe perfectamente de lo que habla_. Eres una mujer brillante y si realmente quieres a Bosco de vuelta sólo tienes que echarle el lazo, porque está en el mismo lugar de siempre, te lo aseguro_ me quiere, siempre que pueda putear de lo lindo a mis espaldas ¿Qué cosas le habrá contado? Y no soy la indicada para desmentirlas. No voy a jugar sucio como él.

En El Bosque, ClementinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora