Capítulo 27

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Clem


Hoy es el cumple de Bosco. Acostumbrábamos tener algún escape de pocos días en estas fechas.

"Tenerte sólo para mí"


La coyuntura actual no sugería tanta intimidad. Hace semanas que no nos tocamos siquiera y me siento al borde... Ohhh.

Victoria Mills, la responsable de la rama infantil de mi editorial, Menfis, quedó fascinada con la ilustración y estaba decidida a lanzar los cuentos en la campaña Navideña, segura de anotar un golazo.

Astor también la adoró desde que la vio. Lorenzo plasmó los personajes y las escenas con imaginación inocente, reflejando toda la magia y ternura del mundo infantil. Me emocionó hasta las lágrimas y mi mejor amigo pagó más de lo que ofrecía. Como dijo, era una obra de arte sin la malicia de Nara ni la extravagancia de Murakami. Quería conocer a mi supuesta compañera de clases de pintura. Tendría que confesárselo más temprano que tarde.

Los cuentos y su publicación habían logrado despertar su entusiasmado. Amaba escribir y lo hacía en varios medios académicos y periodísticos. Pero sobre todo adoraba crear, envolverse en historias y aventuras, que sin querer, resultaban envolventes para los niños. De antemano decidió publicar con un seudónimo. Nuestro lar no estaba listo para abrazar a un homosexual confeso en el entretenimiento de sus hijos pequeños. Y arriesgarse podría negarle acceso al seno familiar. Astor era Rufino Rufo. Y los seis niños que guardaban el secreto eran tan leales como los padres de Superman.

Estoy casi lista. Un faldón a la pantorrilla de tul vaporoso blanco, combinado con un top corto tejido a crochet en tonos plateados y nude, cuello X y una gran estola de Light Alpaca, vainilla. La primavera me animó a usar sandalias, taco aguja, cristales y cintas en nude. Maquillaje

– 870 –

ligero, un toque de Jeu d'Amour de Kenzo: floral, frutal y sexy con un toque de sándalo. Mi pequeña 2.55 en Beige Clair Caviar. Y una casaca de cuero negro con aire a rock' n roll, para romper el frío y la candidez del tul.

Nos hemos escrito mensajes con emojis amorosos. Desayunó con sus padres, almorzó con la gente de 3B&V y recogió a los niños de la escuela. Pasaron la tarde haciendo tareas y armando más y más Danbos. Ya no sé ni de dónde los consigue y los niños siempre quieren más. Tienen la repisa llena con el simpático robot de cartón (Y tengo que confesar que he secuestrado uno y lo tengo en mi escritorio).

Al anochecer le cantaron Happy Birthday con un pastel libre de gluten, que Ana dejó a primera hora. Ahora le toca la noche sorpresa. Aunque la sorprendida iba a ser yo.

Bosco luce algo más tranquilo pero ha rechazado la medicación. Tal vez es la primera reacción frente a sentirse manejado en sus estados de ánimo por una droga legal. Él precisamente, que ha manejado las prohibidas a su antojo, marcado límites determinantes.

Empero, estamos juntos trabajando a la par por primera vez para resolvernos como pareja. Veo como pelea con sus celos y su instinto por resolverlo todo al son del hombre de las cavernas. No es un ser de conversación pero sé por Astor que no falta a las citas con Paulette. Inclusive Ana se lo ha chocado un par de veces en el hall de la consulta.

Lo encuentro en la sala con un vaso con ¿Agua? Inédito.

Enrosca su mano en la mía con determinación ¡Por fin me toca!!!

En El Bosque, ClementinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora