En El Bosque, Clementina

Capítulo 7

Clem

¡Necesitaba un final de tarde como éste!

Un extravagante Spa y una promoción para parejas en el Westin, cortesía de Astor. Jugamos como tres horas a medias naranjas empalagosas. Relajantes masajes, faciales y Champagne ¡Y luego la pelu! Me reacondicionan y cepillan el cabello para mi cita. Astor se hace la manicure.

Bosco estuvo con los mellizos en casa gran parte de la tarde de ayer, con sus regalos y encargos. Me paso a clases de pintura del trabajo. No estaba lista para verlo tan pronto, en nuestro nuevo status.

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La noche del miércoles no pegué el ojo, lloriqueando, ¡relamiéndome en mi dolor! Anoche no mejoró gran cosa.

Astor me contó que les dio el alcance ¡A Bosco se lo llevaba el diablo! Fue Pim quien cargó con él esa noche. El pobre se quedó atónito con nuestro cuento. Ahora pertenecía al clan secretero. A mi mellizo diferido le sorprendió mi tajante decisión pero que era la forma de darme mi lugar. Bosco no quiso tender ni un puentecillo psicológico para una solución compartida.

"_Tienen que resolver montones de problemas, Clem. Él debe entender el significado completo de juntos. Además tú eres una reina y por más falencias de tu matrimonio, ese huevón no te debe tener sometida a su yugo sin esfuerzo en el encauce de sus conflictos"

Bosco le había firmado en la tarde un compromiso de hacerse responsable de pagar escolares, así como las actividades extracurriculares. Era lo que siempre hacía pero mejor dejarlo por escrito. Yo correría con la alimentación y vestido de los peques, pero él asumiría los gastos de la casa. Parecía lo más salomónico en función a nuestros ingresos. Los de Bosco son bastante más que superiores. Y eso no quiere decir que me va mal. Me va bien pero, no tan bien como a él. Hasta en eso tiene suerte.

Ya no pensaré más en él. Los masajes me relajaron hasta el sueño, recuperando en algo las dos últimas noches. Chocamos, para casualidades con Pim, en el ascensor. Llegaba a toda máquina.

¡Se muda! Y en tiempo record. No lleva ni una semana en Lima y ya está alquilando en Miraflores.

Ha dejado el tonteo conmigo, drásticamente. Creo que mi aversión al sexo, detallada por el bocón exagerado de Balaguer, ha quebrado su interés, lo que me deja más relajada para disfrutar de su compañía.

Tengo que dar unas charlas en Santa Cruz la próxima semana por la re-edición de mi primer libro; alimentación vegana orgánica. Me encanta Santa Cruz con sus montañas verdes, su clima tropical y su tranquilidad. Barajo la posibilidad de correr mis pendientes y quedarme hasta el domingo, día del Padre.

El Doc se alegra que manejara con relativa calma mi separación, además de conseguir bajarle el stress al libro. Sobre el sexo y mi libido

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me dice que no tengo nada de qué preocuparme. Las pepas no son afrodisíacos, sólo relajar un poco mi tensión para que los temores mitiguen y mi sexualidad se muestre tal cual. Y que la medicación brinda alguna pequeña ayuda...

"Si puedes cambiar tu mente puedes cambiar tu vida".- William James.

Regreso a jugar un poco con los niños y los juguetes que les trajo Bosco. Shopkins y Ksi Merito Susikin para Cloe y Avatar, el nuevo imperdible de Darío. Bosco los tiene muy presentes y conoce todos los dibujos animados que ven, mejor que yo, que paso más tiempo con ellos. A él le gustan desde siempre. Es niño en ese sentido y en muchos más.