38
Pim
Mi madre siempre me decía que yo era especial hasta para cagarla.
"Cuando la jodes, Willem, lo haces en grande"
Finalmente los locos y los borrachos siempre dicen la verdad.
Y ella es veraz por partida doble.
Costa Rica es un recuerdo que ya tiene semanas. Lima nos recibió con sus indecisiones climáticas en un verano que no termina de lanzarse. Tórrido pero nublado y se suma a mi desánimo.
_¡Deja de acecharme, idiota!!_brama, cada vez que la espero para hacerle de chofer, de casa al trabajo, Kung fu, teatro, terapia, supermercado, farmacia, etc. Es como empujar un resorte. Siempre vuelvo. Al día siguiente, a la hora, al segundo y medio.
_Pídeme algo que pueda hacer...
Un portazo en la cara me dice que esta noche no hay variantes. Suspiro, frustrado y me resigno una vez más. Subo al Pent House, pongo a Jodie Abacus en el reproductor esperando que un buen filete en parrilla portátil y una Pale Ale artesanal, levanten algo mi desánimo. Mezclo mi triste puré de papas de caja y sin toque gourmet a la olla.
Me encuentro con un montón de mensajes de Ruud. Todavía vive la noche desenfrenada de Ámsterdam a diario, pero ha perdido el toque. Yo ya he atado uno y dos pero él, se resiste.
"Jules, ¿y quién es ésa?"
Empero, ha dejado de enredarse con todo lo que se mueva en faldas.
_¿Ana, hasta cuándo vamos a seguir así?_ le escribo, evitando del todo al rey de la noche y sus sonseras. Mastico de mi carne por inercia. Aparece en azul: me lee y no me responde. Siempre igual.
– 1075 –
¿Puedo ser del todo culpable?
¡Imaginaba que era virgen! Y no es que esos rezagos de la edad media, que la evolución humana no terminaba de eliminar, me hubiera importado jamás.
Pero la niña medrosa que manejaba mi universo, se había tirado así porque sí a ese imbécil... ¡Quiero matarlo todavía!
Celos de un pasado fresco que desembocaron en una mierda del día.
_Ya no puedo más, voy a terminar desquiciado.
La extraño, sobre todo eso. Mi vida no es la misma sin ella. Que me falte es un constante estrangulamiento de mi pecho y no me deja hallar paz. Está todo el tiempo en mi mente, como lo están las escenas en negro que no logro aclarar en mi mente, después de semanas. Una laguna de las que ya no tenía. Recuerdo todo vagamente, menos lo indeseable. Una noche de mierda, unos días de mierda. La volada malintencionada, las confesiones, frases de fuego, el puñetazo. Mi borrachera de cantina, a lo mexicano, es clara y difusa como la fiesta...
¡Dolor! Un suplicio desconocido imaginándola en sus brazos, pletórica de él... Despecho multiplicado.
Pero cómo llegué a esa habitación con la putona de Ivonne y su fiel seguidora está en blanco.
Las rechacé en seco. Nunca tuve ganas de ella ni de la amiga...
¿Y me fui con las dos?
Ivonne tenía que restregarle la larga y tórrida madrugada de a tres.
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En El Bosque, Clementina
RomanceAtractivos, exitosos, enamorados. La pareja de oro..., sólo lo parece. Cuando Clementina encuentra a Bosco, a punto de subirse a un avión con su amante, se ve obligada a enfrentar el ocaso del amor, en manos de sus imposibilidades en el sexo. Ella s...