Mullet [KLANCE]

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Día 45
~Narra Keith~

El día 45 había decidido que haría contacto con mis amigos, para saber cómo estaban y darles señales de vida. Llamé desde dentro de la nave, con la poca señal que había -gracias a Matt, ya que él había diseñado un aparato que permitía que nos comuniquemos con la Tierra, realmente era un genio-.

Esperé un rato a que contestaran. Ya había visto a los chicos hacer llamadas, eran con una cámara, algo así parecido a una videollamada. Cuando pude contactar, vi las caras de mis amigos y mis ojos se habían llenado de lágrimas, pero un segundo después noté que había algo inusual en ellos. Abrí los ojos como plato: ¡¿Lance estaba con ellos?! ¡¿Qué demonios hacía él ahí?!

Sonreí, completamente feliz. Al fin había podido verlo, luego de días, pero no me explicaba qué hacía ahí, así que, después de hablar durante un rato, esperé a que las risas cesaran y dije:

-Uh... Lancey, ¿qué haces ahí?

Lance dijo, sonriendo, que había cambiado de actitud desde que yo había partido de la Tierra, y que no era tan pesado como siempre; aún así, cada vez que hablaban de mí me llamaba Mullet, no Keith. Detestaba tanto que me llame así, pero a la vez se lo seguía permitiendo porque él me gustaba, no por nada más.

Al despedirme, guardé mi Laptop y salí a ver a Shiro y a Matt, que seguían buscando señales de vida en aquel remoto y pequeño planeta.

Me senté a verlos, y, cuando alcé los ojos por pura casualidad, una nave enorme gris oscura y violeta se acercó hacia nosotros a toda velocidad. Dijeron algo no muy entendible y, dos segundos después, comenzaron a dispararnos. Ayudé a los chicos a levantarse y corrimos lo más rápido que pudimos. Fue un acto inútil: un rayo nos succionó y nos subió a la nave, mientras que yo, gritando, pensaba que era el fin, que yo tenía razón, y que esto nunca me había dado buena espina.