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Keith iba corriendo, intentando mantener el equilibrio, agarrándose de las paredes del angosto pasillo.

Cuando llegó a donde estaba la boca, vio a Shiro, de rodillas y con los brazos apoyados en el suelo, y la cabeza tirada hacia abajo, con la respiración agitada.

Keith se aclaró la garganta.

-Shiro- susurró a gritos Keith.

Su hermano levantó la cabeza y lo miró. Luego, sonrió, y abrió los brazos para que Keith corra hacia él.

Su hermano menor no lo pensó dos veces y salió disparado hacia él, tirándose sobre su cuerpo y chocando contra su pecho. Dos brazos lo sostuvieron fuerte, y Shiro se sentó en el suelo.

Le comenzó a acariciar el pelo, aquel que ya estaba más largo que la última vez que lo vio. ¿Cuánto hacía que no se veían?

-Hey, despacio- dijo cuando sintió que Keith lo apretaba más -, mis heridas duelen- contestó, y no pudo evitar soltar un leve quejido. Keith aflojó el agarre pero no lo soltó -. ¿Dónde estamos?

Despegó la cabeza del pecho de su hermano y lo miró de soslayo.

-Ahora mismo estamos en la boca de una nave gigante con forma de león. Es azul. ¿No la viste?

Shiro negó.

-Estaba de espaldas cuando me agarraron- miró a su alrededor -. Y ¿quién la pilotea?

Keith sonrió como bobo.

-¿Recuerdas a Lance?- Shiro asintió -. Bueno, él.- Se separaron y ambos se pusieron de pie.

Shiro limpió su pantalón, y Keith hizo lo mismo.

-¿En serio?- le preguntó. Keith asintió -. ¿Y? ¿Qué tal?

Keith suspiró, y Shiro sonrió.

- Me declaré- confesó -. Y qué sorpresa cuando él me dijo que siente lo mismo que yo. Todavía no lo puedo creer.

Shiro rió.

-Te dije que también le gustabas. Se le notaba a kilómetros, tú eras el único idiota que no se daba cuenta.

-Tenía mis motivos, ¿ok?- dijo, intentando no sonrojarse -. Tenemos que volver.

-Bien.

Keith comenzó a caminar y su hermano lo siguió. Se ayudaron de las paredes, nuevamente, para evitar caer, y Keith abrió la puerta de la cabina.

-Volvimos- canturreó, y esperó a que Shiro entre para así cerrar la puerta.

Lance giró el asiento y le sonrió.

- Hola, Shiro, soy Lance, mucho gusto. Keith nos ha hablado varias veces de ti.

Shiro sonrió y dijo:

-Sí, él también me habló de t-

Keith saltó y le tapó la boca. Le sonrió nervioso.

-Tienes que esperar a que el otro termine de hablar. Es de mala educación interrumpir- dijo, apretando los dientes.

Cuando sintió que había sido suficiente, retiró su mano y Lance se había tapado la boca con la mano para cubrir su sonrisa.

- Bueno, como decía, es un placer conocerte al fin- dijo, extendiendo su mano.

Shiro la aceptó gustoso y la estrechó.

- Ella es Pidge y él es Hunk- dijo el piloto, señalando a sus amigos.

Shiro estrechó la mano con el dúo y examinó la cabina.

-Uh... Shiro, ¿por qué diablos tienes un brazo robótico?- preguntó Keith, intentando romper el silencio y drenar su curiosidad.

Shiro miró, inconscientemente, su brazo derecho.

-¿Esto? Ah, los galra lo pusieron, no sé cuándo ni cómo, pero no está tan mal como parece- explicó, sonriendo.

Keith tocó el brazo con un dedo y lo retiró de inmediato.

-Es horrible. No me gusta.

-A mí tampoco me gustaba cuando me enteré de que lo tenía puesto, pero me tuve que acostumbrar. Ya te acostumbrarás, ya verás.

Lance se aclaró la garganta, tocando algunos botones.

-Chicos, veo un planeta en el radar. Creo que podríamos ir. Tengo sueño y mucha hambre- dijo, apresurando la marcha-. Además, debemos curar a Shiro.

-Sí, cierto, vayamos allá- contestó Keith, caminando hasta el asiento y apoyando su mano en el hombro de Lance, para después dejar un pequeño beso en su mejilla.

Se alejó sonriéndole, y volvió junto con su hermano luego de que Lance sonriera y se sonrojara un poco.

Shiro lo golpeó en el hombro y le hizo señas para acercarse. Pidge y Hunk comenzaron a hablar a gritos, así que aprovechó para preguntarle a Keith cuándo iba a pedirle a Lance que sean novios.

Keith guardó silencio.

-Quizás cuando estemos en la Tierra- dijo, y se encogió de hombros -. Cuando sea el momento oportuno, le diré.

Mullet [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora