Mullet [KLANCE]

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Una vez que todos estuvieron arriba, despegaron, alejándose cada vez más de aquellos pequeños habitantes que los aceptaron y les dieron hospitalidad en su corta estadía.

-Siguiente parada: la Tierra- exclamó Lance, suspirando con cansancio y emoción, desde el asiento del piloto.

-¡Al fin!- exclamó Hunk -, no quiero estar ni un minuto más en el espacio- agregó, tomándose la barriga. Abrió los ojos como plato -. ¡Creo que voy a vomitar!- dijo, y salió corriendo de la cabina.

Pidge se rió y Shiro sonrió.

-Lance- dijo Keith, parándose a su lado -. ¿Puedo hacerte una pregunta?- Miró a Shiro y Pidge de reojo, indicándoles si podían salir.

Shiro lo entendió antes que Pidge y la tomó de la muñeca, sacándolos de aquel lugar sin que el piloto se enterara.

-Claro, dime.

Keith carraspeó.

-Al llegar a la Tierra, tú... ¿quisieras salir a pasear? Así nos despejarnos un poco, ya sabes- dijo, completamente incómodo y nervioso.

¿Y si lo rechazaba?

-No lo sé, estoy algo cansado, si quieres vamos a mi casa y dormimos- dijo viéndolo de reojo, y soltó una carcajada al ver la expresión de Keith-. Claro que iré contigo, Mullet, no lo dudes.

-Cuando lleguemos, voy a hacerte otra pregunta- dijo Keith, sin poder aguantar callarse. Se sonrojó y agradeció que Lance no lo haya visto.

-¿De qué tipo?- dijo, atento al frente, como si hubiese algo interesante entre todas las estrellas y la oscuridad abrumadora del infinito.

Ahora que lo pensaba, era un paisaje hermoso. Y lo estaba compartiendo con Keith. ¿Quién viaja al espacio y puede admirarlo con su amor al lado?

Lance. Y debía aprovechar.

-Ya verás, nos encontraremos en el parque central, a las 18:00, luego de dejar a los chicos en sus casas y a Shiro en la mía- explicó.

Lance le agarró la mano, nervioso y confundido, pero embobado con el paisaje que se alzaba a sus ojos, esperando que no sea nada malo e intentando no carcomerse mentalmente con la duda.