Mullet [KLANCE]

•39•

Se dirigieron hacia la base en la que, supuestamente, se encontraba Matt.

Unos metros antes de llegar, una voz irrumpió los ojos concentrados y alerta de los chicos.

-Nave desconocida, identifíquese- dijeron.

Lance se aclaró la garganta, miró a Pidge, ella asintió, y él apretó un botón para que pudieran hablar.

-Hola, sí. Estamos en busca de un humano, se llama Matt, Holt Matt. ¿Está aquí?- preguntó esperanzada.

-Bien... Pueden pasar.

Las puertas se abrieron, dejando pasar la gigantesca nave azul.

Todos guardaron en silencio. Keith examinaba con desconfianza el lugar, Hunk miraba con miedo alrededor, Pidge tenía un leve brillo de esperanza en los ojos, y Lance estaba intentando buscar algo "fuera de lo normal" que pudiera tenderles alguna trampa.

Al terminar de entrar, se toparon con varias personas con máscaras y espadas en sus espaldas.

Lance frenó la nave, y se levantó del asiento. Tomó una bocanada de aire, y, luego de suspirar, dijo:

-Vamos.

Keith le acarició la espalda para que se calme y bajaron los cuatro en silencio, aunque Pidge contenía sus ganas de chillar y saltar.

Cuando terminaron de bajar, se pararon adelante de un grupo de personas enmascaradas, con espadas guardadas en sus espaldas, y trajes entra morados y negros, aunque todos eran oscuros.

-Bienvenidos a la Espada de Marmora. Matt, por favor, acércate- dijo quien, imaginaron, era el líder.

Aquel grupo de personas se dividió en dos, dejando un pasillo entre ellos, y un cuerpo delgado caminó con cuidado pero con seguridad hacia los chicos. Frenó a cinco pasos de ellos, y se sacó la máscara.

Pidge sonrió e intentó, otra vez, evitar saltar. Había extrañado tanto a su hermano... No podía creer que él estuviera bien, vivo, sano, a salvo, frente a sus ojos.

Sintió como si hubiesen sido años desde la última vez que se vieron.

Sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Matt...- susurró, tapando su boca con las manos.

-Dígame, señor, ¿quiénes son estas personas?- respondió Matt, en un tono un tanto molesto.

-¿Qué?- murmuró Keith, y Lance lo agarró del brazo antes de que avance.

-Matt, soy yo, tu hermana menor, Pidge... Katie- dijo, y su voz comenzó a romperse. Su alma cayó a sus pies y sus ojos mostraron pura decepción, aunque había una leve esperanza.

Hunk tragó fuerte y apretó los puños, reteniendo sus ganas de abrazarla y llevar a todos a la Tierra.

-Yo no tengo hermanos, me crié aquí, la Espada de Marmora- señaló a su alrededor - es mi hogar- dijo, completamente seguro.

La personalidad de Matt había cambiado, su apariencia también: tenía una cicatriz en su ojo izquierdo, al parecer no veía por ese lado, y tampoco recordaba nada, ni a Pidge, ni a su familia, ni a sus amigos.

Matt miró a Keith, y sintió su cuerpo helarse: lo miró como si fuera un desconocido.

-Esto no puede ser, ¡¿dónde está mi hermano?! ¡¿Qué hicieron con él?!- gritó eufórica Pidge.

Lance, Keith y Hunk no aguantaron más y la agarraron antes de que sus piernas fallen y caiga al piso. Quedó colgando de los brazos de Hunk, y comenzó a llorar.

Todo el lugar estaba en silencio. Sólo se escuchaban los sollozos de Pidge, hasta que, de repente, zafó sus brazos de las manos de Hunk y se limpió la cara, completamente furiosa.

Lance intentó agarrarla nuevamente, pero ella fue más rápida y corrió hacia Matt.

Cuando lo quiso tocar, su mano traspasó el cuerpo de Matt. Retiró su mano como si hubiese tocado fuego y miró con odio al líder.

-Voy a volver a preguntar- dijo, con furia, dolor y tristeza en su voz, que continuaba quebrada pero que era clara. Todos sintieron un escalofrío, y Hunk aguantó la respiración -, ¿dónde está mi hermano?.

-Lo siento, no podemos darles a Matt, tiene información valiosa para poder al fin derrotar a los Galra- contestó el líder en tono monótono. Pidge apretó sus puños -. Por cierto, mi nombre es Kolivan- extendió su mano pero Pidge la ignoró, casi a punto de reírse en su cara.

¿Cómo ese... imbécil se atrevía a fingir que todo estaba bien cuando tenía al frente suyo a una adolescente completamente destruida y desesperada en busca de su hermano mayor?

-Quiero ver a mi hermano- respondió enojada.

-Si eso hace que te sientas mejor, bien, pero no podrás llevártelo a casa devuelta, necesitamos toda la información que posee- volvió a decir el líder.

Pidge chasqueó su lengua.

-Como sea, quiero verlo.

Kolivan guardó silencio unos segundos, y giró hacia la derecha.

-Síganme.