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-Bueno, ¿y qué esperamos? Debemos ir a buscarlos de alguna manera- dijo Lance, levantándose de su asiento.

-¿Y cómo piensas hacer eso?- preguntó Hunk, mirando un punto fijo y vacío en la mesa.

-Creo que tengo una idea, pero es un tanto... suicida- comentó pensativa Pidge.

-Soy todo oídos- dijo Lance, volviendo a sentarse en su silla.

-La única manera es infiltrándonos a la NASA o construyendo nuestra propia nave, aunque esa última la veo poco posible.

Hunk se aclaró la garganta. Sus dos amigos lo miraron serios para asegurarse de que no vaya a vomitar.

Al ver que no pasaba nada, retomaron la conversación.

-Le primera también es imposible, pero quizás podamos...- empezó a decir Lance, pero Pidge lo interrumpió.

-Quizás pueda hacer algo.

-¿Cómo? Trabajas ahí o qué.- Hunk rodeó los ojos y Lance la miró serio.

Ella sonrió ladina y acomodó sus lentes.

-Soy la hermana de uno de los desparecidos, quizás pueda ayudar en algo.

-Claro- exclamó Lance, alargando la a, y frotando su mano en la cabeza de su pequeña amiga.

-Bueno, no sé qué estamos esperando- dijo Hunk, sorprendiendo a sus amigos mientras se ponía de pie y agarraba su campera-, vayamos.

Los otros dos se levantaron de sus asientos y caminaron hacia la parada de uno de los autobuses que los llevaría casi hasta la NASA.

Tenían miedo: ¿cómo iban a infiltrarse? Lance nunca la vio, ni siquiera por televisión, sólo la escuchó nombrar.

Confiaba en que Pidge supiera qué estaban haciendo y que ella tenga toda la situación bajo control.

Estaban muy nerviosos, era una locura increíble, aún así él pensaba en que todo era por su Mullet, intentando olvidar el miedo que tenía por si algo salía mal.

Sería culpa de Pidge de todos modos.

Mullet [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora