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-¡BÁJANOS, MALDITO MANIÁTICO!- le gritó al oído Pidge mientras sacudía el único asiento de piloto.

-Lo intentaría si tan sólo alguno supiera leer este idioma desconocido.- Y, luego de eso, el león paró en seco, estuvieron confundidos y en silencio durante unos segundos, hasta que los expulsó de su cabeza.

Pidge cayó con agilidad al suelo. Lance y Hunk cayeron acostados: uno boca abajo y otro boca arriba. Hunk se agarró la cabeza y Lance comenzó a toser. Pidge los ignoró.

Comenzaron a caminar cuando el ataque de tos de Lance cesó, alejándose de aquella extraña y grande nave, pero algo les impidió alejarse más de 10 metros.

No entendían nada. Lance estaba confundido, hasta que miró hacia el león. ¿Él estaba haciendo aquello?

-¡¿S-se está moviendo solo?!- exclamó Hunk, tiritando del miedo.

-No nos dejará ir, creo que quiere llevarnos a algún lado... ¿Me acompañan?- preguntó Lance, casi que hasta rogando.

Pidge y Hunk se miraron y resoplaron, completamente vencidos ante su amigo, asintiendo cabizbajos.

-Gracias.- Lance les sonrió y giró sobre sus talones.

Volvieron a entrar por la cabeza del león, pero, cuando Lance se sentó en el lado del piloto, la nave no dejaba que sea controlada por él.

-¡No puedo controlarlo!- dijo mientras luchaba con los botones, palancas, la pantalla en aquel idioma desconocido.

El león empezó a andar por su cuenta, y Lance alejó sus manos por instinto.

Suspiró rendido y dejó que la nave los guíe como si fueran ciegos.

El león se introdujo en una especie de agujero y, un segundo después, apareció en otra dimensión con una nave enfrente.

-¡Chicos, el dispositivo captó una señal!- chilló Hunk.

-¿Como es que funciona aún estando en el espacio?- cuestionó Lance.

Por Dios, ¿por qué sentía que era el único desorientado ahí?

-¿Y de quién es?- preguntó Pidge, ignorando a Lance.

Lance bajó los ojos pero igual escuchó.

-¡Es Keith! ¡Él está aquí!- gritó Hunk, dejando totalmente sordo a Lance, quien se puso de pie automáticamente.

-¿No... hay señales de Matt?- preguntó Pidge, con poca esperanza brillando a través de sus grandes lentes.

Lance le acarició la cabeza, le agarró la mano y la apretó.

-Hey, anímate, debe haber escapado de este lugar, él es un cerebrito como tú, sabrá cómo cuidarse- intentó calmarla.

Ella le regaló una mínima sonrisa, y el león aceleró de golpe, llevándolos aún más cerca de aquella nave suspendida en la galaxia.

Comenzó a dispararles. Hunk gritó y se tapó la cara con el aparato que ellos crearon. Lance tomó asiento automáticamente, agarrando la palanca más cercana.

-¡SUJÉTENSE!- gritó, antes de disparar.

-¡Ten cuidado! ¡Keith está ahí!- gritó Hunk en su oído.

-Hunk, amigo, no estoy tan lejos, ¡DEJA DE GRITARME!- dijo antes de volver a los controles-. Hey, ah... Blue, deja de disparar, ¿ok?- le dijo a la nada, intentando hablarle a la nave como si fuese algo que pudiera entenderlo.

Y eso esperaba.

No perdía nada intentando, ¿no?

-¿Blue..? Creo que nuestro pequeño Lance ya se volvió completamente loco, ¿no lo crees?- le dijo Pidge a Hunk, murmurando entre ellos, mientras él asentía.

Lance los escuchó y dijo sonriendo:

-Blue, así le puse por su color, obviamente. -Los intentó ver de reojo, y volvió a mirar al frente, aún sin dejar de sonreír-. Bien, Keith, vamos por ti.

Mullet [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora