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Un rato después, Pidge y Shiro volvieron a ingresar a la cabina. Lance siguió sin darse cuenta de su ausencia y de su regreso.

Luego de unos minutos, volvió Hunk, un poco pálido, con ojeras y sobando su barriga.

-Supongo que estoy un poco mejor- comentó, cansado. Se recostó en el suelo, cerca de Pidge y Shiro, y apoyó la cabeza en las piernas de su pequeña amiga.

Ella le empezó a hacer mimos en el pelo, mientras que Shiro cruzaba los brazos, mirando a su hermano y al piloto con una sonrisa.

Así pasaron el tiempo, hablando de vez en cuando, hasta que comenzaron a acercarse a la atmósfera terrestre.

Unas turbulencias revolvieron el estómago de Hunk, nuevamente, pero no le importó: todos estaban felices, iban a regresar a casa por fin y se encontrarían con sus familias -aunque no había pasado mucho tiempo, pero se les hizo eterno-.

-Lo logramos- dijo Lance, mirando a Keith, a medida que se aproximaban a la superficie. Sonrió con alivio y paz, exhalando lentamente por la nariz.

-Lo logramos- repitió, mirándolo con una sonrisa diminuta. Dobló su cuerpo hasta dejarle un beso en los labios.

Cuando se separó (fue un beso corto, a decir verdad), Lance apresuró la marcha y fueron con más velocidad hacia la superficie.

Por otro lado, los demás estaban sentados en el suelo de la cabina, Hunk riéndose con Shiro y Pidge pensando en Matt, sumida en su mundo, sin dejar de acariciarle el cabello a su amigo. Sus piernas hormigueaban pero no le importó.

Seguía preguntándose qué clase de hermana había sido al dejarlo en el espacio, o si debería ir a buscarlo. Pensó en escaparse e ir a buscarlo. Recordaba los hermosos momentos que pasaron juntos, y pensar que, a continuación, estaría sola, le rompió más el alma.

¿Quién la recibiría con un fuerte abrazo además de sus padres?

Sus ojos se llenaron de lágrimas, y, cuando alzó la vista, notó que Shiro y Hunk la miraban fijamente, con curiosidad y en silencio.

Carraspeó, intentando deshacer el nudo que se instaló en la boca de su estómago, y rogando por que no se le noten los ojos llorosos.

Aún así, sonrió. Los ojos de Shiro oscurecieron, y un escalofrío recorrió su espalda.

-Hey, Pidge- le dijo -, ¿te encuentras bien?

"Ya sabes la respuesta", contestó mentalmente.

Sin embargo, hizo su sonrisa más grande, y se rascó los ojos por debajo de los lentes, intentando sacar los restos de agua salada de sus ojos.

Un sollozo atravesó su garganta, y, bajando su mano hasta golpearla con el piso, se echó a llorar más fuerte.

Levantó su rostro, dejando ver lo destruida que se encontraba. Debía desahogarse con alguien, así que, cuando Hunk se levantó de sus piernas, Shiro se puso de cuclillas a su lado y lo abrazó con todas sus fuerzas, escondiéndose en su pecho.

Shiro, automáticamente, correspondió el abrazo y comenzó a acariciarle el pelo, intentando tranquilizarla.

Sintió cómo las lágrimas calientes mojaban su ropa, y la apretó más fuerte. No quería dejarla caer, se veía tan frágil...

¿Quién diría que detrás de esa fuerza de piedra se escondía una tristeza de cristal?

-Extraño a Matt...-dijo, hipando.

-Tranquila, tu hermano es la persona más valiente que conozco. Él volverá sano y salvo a la Tierra. Antes de que te des cuenta, él estará a tu lado, otra vez- le aseguró.

Pidge sorbió sus mocos, e intentó separarse un poco. Sin embargo, Shiro no la dejó y la abrazó un poco más fuerte.

Clavó sus cortas uñas en sus hombros y pasó las manos por sus brazos, apoyando su frente en el hombro contrario.

-Gracias, Shiro...-contestó, rogando por que no la suelte.

Mientras Lance y Keith se buscaban dónde aterrizar, Hunk se sumó al abrazo de Pidge y Shiro, quería hacer sentir cómoda a Pidge.

Quería arreglarla, evitar que se rompa más.

Le hacía tan mal ver así a sus amigos, y se sentía inútil al no poder darles un poco de su corazón para que puedan unir pedazos y estar bien otra vez.

Acarició la espalda de su amiga, y escuchó un sollozo bajo. Soportó las ganas de llorar, y agradeció que Shiro sea más rápido que él y le acaricie la cabeza.

-Tranquila, Pidge- le susurró Hunk, y le besó la sien -. Todo estará bien- soltó, aunque quiso golpearse por decir la típica frase de siempre.

Ojalá todo esté bien.

Mullet [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora