Mullet [KLANCE]

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Luego de salir de la tienda con Shiro caminando por su cuenta, el líder los condujo a un conjunto de casas y les asignó una.

-Hay varias habitaciones, algunas tienen cama matrimonial y otras tienen dos camas. Creo que en esta casa hay dos habitaciones con camas individuales y otras dos con camas matrimoniales. Ustedes se las dividen, ya verán.

Los chicos asintieron y le agradecieron. El líder bajó la cabeza como despedida y se fue.

-¡Yo quiero una cama matrimonial para mí sola!- chilló Pidge, echándose a correr por la casa.

-¡Yo también!- chilló Hunk, siguiéndola.

-¡Ey, tenemos que quedar todos en un acuerdo!- protestó Shiro, viendo al pasillo donde los otros dos desaparecieron.

-¡Yo también quiero una matrimonial!- gritó Lance -. ¡Tengo más razones que ustedes dos!- agregó, e inmediatamente se tapó la boca.

Miró a Keith y se puso rojo. El otro lo miró y se rió.

Shiro se cruzó de brazos.

-Tenemos que organizarnos, como equipo. Sin organización es obvio que hay desorden.

-Qué lógica la tuya- dijo Keith con sarcasmo.

Lance suspiró y se echó aire a la cara con ayuda de las manos.

-Hace calor, ¿no?

Se escucharon pasos rápidos y risas.

-¡Maldita sea, Pidge, Hunk, vengan acá!- ordenó Shiro.

Keith explotó en risas.

-Son unos imbéciles.

-¡Hunk no sale de mi cama!- gritó Pidge.

-¡No es tu cama todavía, vengan acá!

Hubo silencio y por el pasillo aparecieron Hunk y Pidge, agitados.

Shiro se apretó el entrecejo.

-Ok, a ver, ¿quién quiere dormir en cama matrimonial?

Todos menos Shiro levantaron la mano.

-Bueno, la comparten. Yo me voy a una individual. Adiós.

Se fue y Hunk y Pidge se quedaron mirando entre sí.

-¡No quiero!- gritaron al unísono.

-¡Pidge patea!

-¡Hunk ronca!

-Agh, son insoportables. ¡Shiro, ve a una de las matrimoniales y Hunk y Pidge ocupan las otras dos habitaciones!- dijo Keith.

-Me parece buena idea- comentó Lance.

-A mí no- dijo Pidge, cruzada de brazos-. Yo quiero cama matrimonial. ¿Por qué Shiro y Hunk no pueden ocupar cada habitación de cama individual?

-¿Y por qué tú no puedes ocupar la otra habitación?- intervino Hunk.

-Por esa razón vamos a tener todos nuestra habitación. Pidge, a la de la derecha- señaló Keith -, Hunk, a la de la izquierda- señaló la otra -. Ahora no jodan.

-Qué vocabulario- murmuró Pidge, pero igualmente caminó con pereza a la habitación que Keith le indicó.

Shiro salió de una de las habitaciones y se metió a una de las que tenía cama matrimonial. Antes de ingresar, le hizo un okey a su hermano y cerró la puerta detrás suyo.

Luego, una puertas más se cerró. Supieron que fue la de Hunk cuando Pidge gritó:

-¡No hagan nada de mayores de edad!- Y se encerró.