"Las margaritas son frágiles, delicadas, sencillas..."
Quien cree eso, es porque no sabe lo que sabe la doctora Margaret A. Wallace:
Ella, especialista en desórdenes alimenticios y problemas psicológicos, sabe que el mundo en realidad es un gran jar...
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"Las margaritas son frágiles, delicadas, sencillas..."
Quien cree eso, es porque no sabe lo que sabe la doctora Margaret A. Wallace:
Ella, especialista en desórdenes alimenticios y problemas psicológicos, sabe que el mundo en realidad es un gran jardín en el que un cruel jardinero llamado sociedad decidió plantar miles de rosas rojas para opacar los pálidos pétalos de otras flores; flores como de las que te quiero hablar.
Ella conoce de antemano la naturaleza de retoños como estos, de chicas que deciden tomar caminos peligrosos para alcanzar estereotipos en forma de espinas de rosas. Y ellas no son frágiles, no son delicadas...
Las cuatro margaritas de esta historia son muchas cosas, pero no son sencillas.
Una noche sin estrellas, cuatro de cinco cartas redactadas por las temblorosas manos de la doctora, abandonaron su peculiar consultorio de aroma primaveral. Ahí, inicio todo...Pero, te lo advierto: esta historia es sobre margaritas, pero no es una historia delicada y mucho menos sencilla. Esta es la historia de cuatro chicas, cuatro caminos peligrosos, y el deseo de una doctora por mejorar ese jardín repleto de estereotipos. A partir de aquí, todo depende de ti, en si te atreverás a leer lo que muchos deciden ignorar.
Dime, ¿escogerás a unas "frágiles" margaritas en un prado de rosas rojas?
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