Capítulo 58

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Capítulo 58Amar a una margarita:Día 365 del programa M

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Capítulo 58
Amar a una margarita:
Día 365 del programa M.E.R: 11 de enero del 2016

7:00 am

Era normal que Lilian contestara tarde los mensajes de texto, pero resultaba preocupante que no los respondiera en lo absoluto. Las margaritas restantes comenzaron a preocuparse cuando sus llamadas hacia la chica bulímica fueron constantemente rechazadas y su angustia aumentó cuando Derek decidió no prestarle atención a ni uno de los mensajes que le enviaron.

Había pasado un día desde que ambos regresaron de Chicago y ellas no tenían ni una sola noticia de alguno de los dos. Quizá veinticuatro horas no son demasiadas, pero les sorprendió el hecho de que Lilian no las hubiese llamado luego de dejarles claro durante su estadía en la ciudad de su padre que necesitaba verlas para desahogarse. Además, el silencio del nerd más escandaloso que existía era, sin duda, una gran fuente de preocupación. Conocían lo suficientemente bien a esa pareja como para saber que sus actitudes evasivas eran el resultado de que algo no había resultado bien ese fin de semana. Pero, ¿qué era ese algo?

Eso no lo sabían...aún.

Derek tenía una gran habilidad para pensar en mil y un cosas al mismo tiempo. Podría tararear una canción de Queen al tiempo en el que consideraba una variable dentro de alguna teoría relacionada con agujeros negros. No obstante, ese día, su cerebro no tenía ánimos para reflexionar sobre algo que no fuese Lilian y la manera en la que su relación había llegado a un fin tan abrupto sin explicación lógica.

Limpiaba la barra de jugos de Sweets sin ánimos y levantaba la mirada de vez en cuando para comprobar que su jefe, quien había decidido ir a supervisar su trabajo, estuviese distraído; solo así se permitía soltar uno que otro suspiro. Lili aún no llegaba y, por primera vez desde que tenía ese empleo, Derek no se molestó en cubrirla. De hecho, esperaba que decidiera no ir hacia la franquicia ese día, pues no quería verla.

Luego de sentir solo amor por Lilian, estaba experimentando una mezcla de enojo y tristeza hacia ella ¿Quién diría que una margarita es capaz de causar tanto daño, aún sin tener espinas en su tallo?

—¡Hola, nerd! —una Cloe entusiasta entró a Sweets junto con Dalia y Sanne. Las tres caminaron hacia la barra de jugos, esperando ser recibidas con una de esas sonrisas tan típicas en Derek —. ¿Me extrañaste?

Derek a duras penas levantó la mirada. Soltó el paño con el que estaba limpiando la barra y trató de sonreírles a las chicas, pero su gesto terminó por ser más una mueca que otra cosa.

—Hola, Cloe —respondió sin muchos ánimos —, Sanne, Dalia, ¿cómo están, chicas?

—Sin duda, mejor que tú —soltó Sanne, resaltando lo evidente —. ¿Acaso la llamaste Cloe en lugar de friki?

—Ese es su nombre, ¿no? —él se encogió de hombros —. No siempre tengo que llamarla de otro modo.

—¿Quién eres y qué le hiciste a Derek Osbone? —preguntó Cloe, casi con espanto.

Margaritas || P.E #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora