Capítulo 21
El dilema de Dann:
Día 50 del programa M.E.R: 1 de marzo del 20154:00 pm
Cuando Lei Kwok conoció a Dann Carlton, este tenía unos veintidos años y era lo que Sanne llamaba, "un Peter Pan en busca de su Nunca Jamás". Vivía día a día, pensando más en divertirse, o nadar, que en el futuro. No le fue necesario viajar hasta la segunda estrella a la derecha y luego todo recto hasta el amanecer, pues él moldeó el mundo a su manera y actuó como quiso actuar sin responsabilidad alguna.
Luego, se enamoró... Y Peter Pan se quedó sin polvillo de hadas para llegar al País de Nunca Jamás.
Lei fue la entrada a la vida adulta de Dann, ese empujón que necesitó para madurar. Saltó del noviazgo al matrimonio y ese fue el fin del hombre irresponsable que solía ser. Con la llegada de su primer hijo, notó todos los cambios en sí mismo. Fue algo duro de asimilar. No obstante, se sintió bien al saber que estaba siendo la persona que su familia necesitaba.
Sin embargo, ahora que los problemas se acumulaban, sentía que necesitaba con desesperación un respiro. Se estaba ahogando en preocupaciones, en pensamientos que lo desanimaban a cada momento. No solo la salud de su hijo podría estar en juego, también las vidas de su esposa y futura hija pendían de un hilo; un embarazo de alto riesgo lo traía más triste de lo normal.
La salud de su mejor amiga era otro tema crítico que agregar a la lista. Sanne se desahogaba todos los días con él, tratando de averiguar si en verdad estaba enferma, o si solo eran juicios cuestionables de Margaret. Por lo tanto, Dann también debía cargar con las preocupaciones de la margarita. A todo eso, le sumaba una nueva oportunidad de trabajo que, si bien podía darle muchos beneficios, también podía quitarle otros. En fin, la vida de Dann era un dilema, y su rostro lo delataba.
—Tu cara me deprime —soltó Derek, mirando a Dann. Ambos estaban en los asientos traseros del auto de Eve mientras ella conducía. Mientras tanto, Calvin servía de copiloto.
—Tu sinceridad es una mierda —le reclamó Calvin, observándolo por el espejo retrovisor —. No sirves para animar a la gente, Jimmy Neutrón.
—Déjalo, tiene razón —dijo Dann, tras suspirar —. Hasta a mí me deprime ver mi cara en el espejo.
—Carajo, estás peor de lo que creí —apuntó Derek, haciendo una mueca.
Dann volvió a suspirar. El programa M.E.R tenía como principal objetivo sanar y juntar a las margaritas. No obstante, ninguno de los cuatro sabía si Margaret pretendió que los delatores también se volvieran unidos. Ya fuera por la doctora o no, había pasado. Los cuatro apoyaban mutuamente, lo habían hecho por meses en los que nació una amistad tan valiosa como un cofre lleno de joyas.
—¿Es la oferta de trabajo lo que te tiene así, joyita? —preguntó Eve al volante.
—La oferta, Caleb, Sanne, Lei y la bebé...Son muchas cosas, coleccionista de joyas —admitió el mayor en el auto —, pero la oferta de trabajo es un buen punto de inicio.
ESTÁS LEYENDO
Margaritas || P.E #1
Teen Fiction"Las margaritas son frágiles, delicadas, sencillas..." Quien cree eso, es porque no sabe lo que sabe la doctora Margaret A. Wallace: Ella, especialista en desórdenes alimenticios y problemas psicológicos, sabe que el mundo en realidad es un gran jar...