Capítulo 22
Prueba de resistencia:
Día 53 del programa M.E.R: 4 de marzo de 20157:00 am
—¿Tú entiendes por qué debemos ir a un parque esta vez? —le preguntó Lilian a Derek, al tiempo en que ambos caminaban hasta el punto de encuentro que habían acordado con Margaret.
—Lili, entiendo muchas cosas en esta vida, pero Margaret no es una de ellas —él se encogió de hombros —. Tan solo hay que dejarse llevar por sus métodos, supongo que sabe lo que hace.
—¿Supones? —preguntó ella alzando una ceja, él solo asintió —. Todavía creo que cometiste un error al inscribirme en este programa.
Derek suspiró y tomó su brazo para que ella se detuviera. Sus ojos expresivos se fijaron en los de ella y de nuevo sintió esas polillas molestas revolotear en su estómago. Cada vez la veía más pequeña, más lastimada, y le dolía que las cosas fueran así. Bajó la mirada y analizó las piernas de ella, cada vez había menos Lilian. Él pasó su mano del brazo de su brazo hasta su mano y sintió un escalofrío recorrerlo al recordar esa vez en la que los doctores le dijeron que ella estuvo al borde de toparse con la muerte. Ese fue el peor día de su vida, y temía que se volviese a repetir porque esa vez no lo resistiría.
—Estaba desesperado —dijo él, levantando la mirada —. Todavía lo estoy.
—Lo siento —ella apretó su mano con delicadeza —. Tú no mereces sentirte así por mí, soy una terrible amiga.
—No, claro que no. Eres magnífica, el problema es que no lo ves —él le sonrió con tristeza desbordando en ese color café —. Si tan solo pudieses verte con mis ojos...
Él solo deseaba eso, que ella pudiese ver la maravillosa persona que él veía a través de los cristales de sus lentes. Los síntomas de un enamoramiento comenzaban a hacerle efecto, pues cada vez veía menos defectos en ella. Solo se fijaba en sus ojos azules y se perdía del resto del mundo. Estaba cayendo; lentamente, pero caía.
Lilian sintió que estaban muy cerca, y que sus manos entrelazadas pesaban estando juntas. Bajó la mirada hasta ver ese contacto y la subió una vez más. Eso fue suficiente como para que Derek se diera cuenta de que aún no era momento para ser succionado por un hoyo negro. Todavía sentía más amistad que atracción, así que él le sonrió con amabilidad e intentó eliminar la tensión del ambiente.
—¡Hey, chicos! —una voz conocida los llamó a lo lejos, lo que logró que se separaran.
Ambos voltearon al mismo tiempo para encarar a Dalia, que agitaba su mano de lejos para llamar su atención. Se soltaron de las manos y caminaron hacia ella, el resto de las margaritas y los delatores estaban a su lado. Al llegar allá, Eve alzó una ceja en dirección a Derek, cuestionando algo que solo ellos dos comprendieron. Por supuesto, la delatora observó la pequeña escena entre Lilian y su amigo. El chico ajustó sus lentes y la miró directamente.
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Margaritas || P.E #1
Teen Fiction"Las margaritas son frágiles, delicadas, sencillas..." Quien cree eso, es porque no sabe lo que sabe la doctora Margaret A. Wallace: Ella, especialista en desórdenes alimenticios y problemas psicológicos, sabe que el mundo en realidad es un gran jar...