14.

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—Hum...Gracias...Por la ayuda. Me has hecho un gran favor.—Darío se levantó de la cama.

—Aún faltan muchas cosas.—Sugirió Lucas.

—Hum...Creo que con esto me basta.—Darío sonrió y caminó hacia la puerta.

Antes de abrirla, se detuvo y giró hacia Lucas.

—¿Qué cosas?—Preguntó.

Bingo.

—Si vienes mañana te las enseñaré.

Darío dudaba, ¿estaría bien?ambos eran chicos, y mejores amigos...¿Este tipo de cosas dañaría su amistad? No, claro que no, es un favor de un buen amigo a otro, no debe de cambiar nada.

—Hablamos.—Se despidió Darío antes de Salir sin decir sin vendría o no mañana.

Lucas se sentó en su cama, y se tumbó. Suspiró con una estupida sonrisa en la cara.

Había estado tan nervioso. Pero había salido bien, demasiado bien...

—No ha estado tan mal para la primera vez.—Murmuró poniendo un brazo en sus ojos.

Su primera vez había sido genial, con su mejor amigo, se sentía tan bien estar dentro de él, tan apretado y caliente, como sus paredes se apretaban en él, como su mejor amigo se retorcía y gemía de placer que le causaba él...Dios, de solo recordarlo ya empezaba a despertar su amigo de nuevo.

Besos indecentes (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora