35.

29.4K 2.5K 291
                                    

—Hola, amor.—Megan se acercó a darle un beso pero el moreno se alejó.—Em...Por fin podemos reunirnos, desde que me dijiste la semana pasada que teníamos que hablar, me preocupé tanto que intenté acelerar los exámenes y venir.—Habló, pero el moreno estaba mirando a otro sitio.

La chica frunció el ceño confundida.

—¿Pasa algo?

—Pasa que no podemos seguir con esto.—Le dijo el ojigris.

—¿Qué? ¿Qué dices?

Darío miró a otro lado.

—¿Por qué? ¿Qué he hecho mal?

—No has hecho nada. Solo...No podemos seguir.

—¡Llevamos años saliendo! ¡Planeamos casarnos!

—No, tú quieres casarte, yo no dije nada.

—Darío, no me has tocado todos estos años, y sigo contigo, ¿Por qué haces esto?

—¿Quieres que tengamos únicamente sexo o qué?

—No me refería a eso. Digo que ninguna chica en esta época estaría contigo si no la tocas ni un centímetro. En cambio yo no me he quejado.

—He estado viendo a alguien estos años.—Dijo de repente.

La pelirroja tardó en reaccionar, dándole una bofetada.

—¿Me estas jodiendo? ¿Todos estos putos años contigo y estás con alguien? ¿¡No pudiste dejarme antes!?

Darío miró a otro lugar, se sentía culpable. Era cierto, ¿por qué no la dejó antes? La quería, pero sabía que no de una forma tan intensa como a Lucas.

—La verdad...

La verdad es que el moreno ni se acordaba de la pelirroja cuando estaba con Lucas. Solo con estar con el pecoso hacía que olvidase todo lo demás, nada ni nadie más existía a su alrededor.

Amor. Tal vez eso era el amor.

Tan solo ese pensamiento hizo sonrojarse.

Se dio la vuelta para que la chica no le viese el ruborizado rostro.

—La verdad es que no sé porqué. Lo siento, solo sé...Que quiero estar con esa persona y...—Una náusea hizo que el moreno se detuviese.

—¿Darío?—La pelirroja, con los ojos aguados, se acercó al chico.

Darío se puso la mano en la boca y Se fue corriendo al baño.

Vomitó.

Besos indecentes (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora