Darío dejó a Mateo al lado de Rubén, ambos de momento compartían cuna, dado que sólo esperaban un solo bebé, no dos, ahora era necesario otra. Y se dirigió a ayudar a Lucas.
—¿Como te ayudo?
—Emm...Pásame ese destornillador.
—Está cuna te está dando problemas.—Rió.
—Las instrucciones no ayudan mucho.
Darío miró a Lucas, era tan Hermoso, con sus pecas, las cuales tenían sus bebés, Mateo tenía más; en la cara y por los hombros como su padre. En cambio Rubén tenía unas pocas en la cara.
—Amor, si me miras así me pones nervioso.
—¿Ah si? ¿No te gusta que te mire así?
Lucas dejó de mirar la cuna a medias, y miró al moreno. Le cogió del cuello y tiró hacia él, unió sus labios con fuerza.
Darío jadeó por el repentino beso. La lengua del pecoso lamió su labio inferior para luego introducirse dentro y chocar contra la suya. Gimió.
Esos besos le mareaba, lo nublaba, lo volvían loco.
Las manos del pelinegro cogieron la cintura del moreno y se escaparon, escondiéndose por dentro de la camisa.
Lucas empezó a ponerse encima del moreno, hasta que un llanto hizo que otro llanto saliera.
Genial, ahora los dos gemelos estaban llorando.
Lucas se separó de los labios rojizos por la intensidad, y suspiró frustrado.
—Voy yo.—Darío sonrió y caminó hacia los niños cuando el pecoso se levantó.
Darío estaba tan ansioso como Lucas, había pasado ya varios días, ambos querían algo de intimidad.
—Ya, ya.—Cogió a Mateo.—Ya, gordo, ya.
Los ojos grises de Darío se encontraron con los ojos verdes de Rubén, quien había dejado de llorar y lo miraba expectante dentro de la cuna, su cara se arrugó y volvió a llorar, provocando que el otro gemelo volviera a llorar.
—Dios mío, no puedo cargaros a los dos.—Se quejó.
Volvió a dejar a Mateo al lado de su hermano y acarició las cabecitas de ambos.
Poco a poco se fueron calmando.
Darío sonrió.
Los Gemelos: Mateo tenía ojos azules. Rubén verdes. Ninguno sacó ojos grises, como los suyos, pero amaba que uno haya sacado los verdes ojos de Lucas, y que el otro haya "mezclado" el color del pecoso y del moreno y haya salido azul.
Lucas llegó y se posicionó al lado.
—Listo.—Dijo. La cuna estaba lista.
Dario asintió mientras lo abrazaba y miraba a los bebés.
—Vamos a poneros los gorros que trajo la abuela.
Sacó dos gorros de pandas y se los puso a ambos.
Lucas y Darío rieron.
—Esto merece una foto, sonreíd.
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Besos indecentes (1)
Teen FictionDarío y Lucas son mejores amigos, un día van a una fiesta de cumpleaños y se dan un beso sin desearlo. Desde ese momento, todo cambia. +EMBARAZO MASCULINO. (No es omegaverse, solo pueden tener hijos. Si este género no te gusta o te parece extraño...