Lucas empezó a mover su lengua por fuera de la entrada del moreno, también introdujo un dedo, así lo dilataría un poco más rápido.
—P-Para...Da asco. Por dios...No sigas.
Lucas no le hizo caso y apartó su dedo, introduciendo su lengua. Darío se estremeció al sentir algo muy húmedo dentro de él.
La lengua del pecoso empezó a moverse dentro, lamiendo las paredes del otro, agrandando el agujero.
Darío, por más que se negara, lo estaba disfrutando, algo tan asqueroso, algo imprudente e inmoral –bueno, puede que estuviera exagerando, pero lo sentía así.–lo hacía gemir y eso lo torturaba.
El moreno se mordió el labio inferior intentando no soltar algún sonido que confirmara el placer que Lucas le daba.
Dios, el pecoso era tan bueno con su lengua.
Y ahí estaba. Dolor. Sintió dolor al pensar que Lucas había hecho esto con otra persona. Algo tan íntimo con cualquiera.
Es obvio que Darío no era cualquiera, los demás a quien Lucas le haya hecho esto, sí eran cualquiera.
—Lucas, bésame.—Fue una orden.
Lucas lo miró, dejó de lamer e introdujo dos dedos, a la vez que se levantaba a la altura del moreno para besarlo.
—Pero acabo de...-
—Da igual.—Insistió Darío.
Lucas lo besó, profundamente, Darío se probó a sí mismo, pero le dio igual, quería los labios del pecoso, así sentía que solo eran suyos, de nadie más.
El moreno mordió el labio de Lucas, haciendo que este soltara un quejido.
—Me has sacado sangre.
Darío miró la poca sangre que brotaba del labio y sonrió.
—Dame tu cuello.—Darío volvió a pedir.
Lucas lo miró frunciendo el ceño y quitó los dedos dentro del moreno.
Empezó a alinear su punta en la entrada. Mientras le daba el cuello al ojigris, lo iba penetrando.
Ja, supuestamente era solo sexo oral.
Darío empezó a besar verozmente el cuello, chupó e incluso mordió.
A ratos se detenía para poder gemir.
Lucas le embestía de una forma que le encantaba, cada vez más rápido. Ambos gimiendo y gruñendo.
—L-lucas...—Darío se aferró a la espalda del pecoso y empezó a clavar las pocas uñas que tenía.
—Maldita sea.—Lucas estaba apunto de llegar.
Antes de correrse salió de Darío y unió ambos miembros, masturbándolos juntos.
Tiras blancas salieron disparadas de ambos chicos, haciendo que se tensaran y disfrutaran del placer.
—Dios.—Lucas se dejó caer.
—Ahora si me apetece el zumo.
Lucas rió.
—Como quieras.
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Besos indecentes (1)
Novela JuvenilDarío y Lucas son mejores amigos, un día van a una fiesta de cumpleaños y se dan un beso sin desearlo. Desde ese momento, todo cambia. +EMBARAZO MASCULINO. (No es omegaverse, solo pueden tener hijos. Si este género no te gusta o te parece extraño...