Capítulo 47: Velkan

2K 164 20
                                    

Narra Dominic

Las horas estaban contadas. Los rumores no podían ser ciertos, no cuando yo mismo me encargué de despedazar al hijo de perra de Ben. Su piel había sido quemada y sus cenizas echadas al pozo.

No podía ser él, eso solo me deja con un gran cuestionamiento, ¿quién es el cabrón que intenta vengarse?

─El carro está listo─. Dice Jack entrando a mi despacho.

Asiento, guardando en mi pantalón la única solución a nuestros problemas.

─Vamos a cazar, como en los viejos tiempos─. Y juro que quienquiera que sea el mal nacido que se atrevió a meterse con mi familia, lo va a pagar muy caro.

****** ******* ******* ******* *******

Narra Luci

Es cuestión de segundos para dejar de ver el auto en el que salio Dominic a la distancia. Enseguida trazo mi camino hasta las bodegas de la estación del equipo. Como si de un dejavú se tratara Lily me espera, subida en un increíble auto negro y mencionando lo increíble que me veo.

─Tu no estás mal─. Respondo, sonriendo con arrogancia.

─Esos hijos de perra van a pagar─. Es lo último que dice antes de arrancar a toda velocidad.

Sea quien sea no volverá a hacernos daño.

********** ******** ******** ********

Narra Rossi

─Estarás bien aquí, pero debes prometer que escuches lo que escuches, o veas lo que veas no saldrás.

Mi garganta raspaba, mi corazón latía con una rapidez impresionante y casi ni podía respirar, me sentía agotada, como si quisiera dormir doce horas seguidas, sin embargo, tenía miedo... miedo de despertar de ese sueño y no volver a ver a Matt.

─Prometeme que regresarás.

Él lo hizo, pero eso no consiguió darme paz y en ese momento solo supliqué al cielo que nada le ocurriera.

Narra Mia

Intenté calmar mi respiración lo más que pude. Las lágrimas seguían presentes en mis ojos, no quería perder el control, debía ser valiente porque de eso dependían muchas cosas.

— ¿Como puedes estar así de tranquila? —. Escuché de repente la voz de alguien. Me tensé —. Es probable que a tu hermanita se la estén follando mientras sus príncipes azules no hacen más que venderlas al mismísimo diablo.

Se que Drew me había pedido no creer a las cosas que pudieran decir, pero la idea de que algo le pasara a Rossi me asustaba. Y no quería dejarme llevar por los pensamientos retorcidos que me invadían, pero era imposible. Al fin de cuentas si es lo que Matt y Drew hicieron.

— ¿Sabes por qué están aquí?—. Preguntó cuando no dije nada. Inconscientemente dirigí mis ojos hasta él. Su pelo despeinado y si risa retorcida me hizo estremecer de miedo. Aparté rápidamente mi atención de él, pero siguió.

— Justin y Dylan, como se llaman en verdad no han hecho más que buscar vengarse de la familia Novak... —. Con algo de gracia arrastró una silla de metal hasta ponerla unos metros por delante de mi —. Cuando eran unos niñitos mataron a sus padres, Dominic fue el culpable de esa muerte, o al menos ellos creyeron eso, y claramente habían personas a las que les convenía que así fuera...

Para ese entonces mi mente iba a mil por hora, empecé a recordar ciertas cosas y tuve la necesidad de preguntar, aunque sabía que corría el riesgo de ser envuelta en lo que sea que esté haciendo este sujeto.

— ¿Por que me estás contando esto? —. Pregunté con cautela. Sus ojos buscaron los míos, no aparté la mirada.

— Muchos de los hombres que están aquí trabajando para el hijo de Ben han sido engañados por él, a diferencia mía, me gusta la honestidad... creo que es justo que tú también sepas la verdad de ciertas cosas...

Tragué grueso pensando en las posibilidades de que lo que estuviera diciendo fuera cierto, es pareció ver mis desconfianza y siguió, esta vez con un poco más de diversión.

— Intenté hacer esto con Rossi, pero ella ni siquiera respondía mis mensajes... —. Se levanto y con picardía me rodeó, sus manos tomaron las mías, que habían estado desatadas todo este tiempo.

Maldije cuando las separó y con gracia se posó frente a mi. La saliva en mi boca era inexistente y no podía articular palabra alguna.

— Soy un mal educado, mi nombre es Velkan, o puedes decirme Uve—. Finalizó besando con delicadeza el dorso de mi mano.

Solté el aire contenido en mis pulmones y sin dudarlo intenté empujarlo y echarme a correr, pero apenas había logrado dar unos pasos fuera de la habitación cuando lo volví a tener frente a mi.

Con fuerza aprisionaba mis manos en mi espalda, era fuerte, solo usaba una mano y con la otra me envolvía intensificando el agarre. Forcejee un poco pero era inútil.

— Solo quiero que sepas quienes son los verdaderos monstruos, Mia, te aseguro que puedes sorprenderte...

DESTINOS © ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora