¡No soy ella!

001

“Hoseok, esperanza.”

—El Jungkook que conozco... no es este. —guardo silencio— Jungkook.

—Solo déjame. —oi aquel susurro por debajo de las sábanas.

—Pero...

—Maldita sea, ¡vete! —exclamó  eufórico, pero sin dejar que apreciará su rostro.

—Entiendo... —con una mirada de preocupación sali de su habitación, cerrando la puerta y largando un gran suspiró.

—¿Nada? —preguntó Yoongi cruzado de brazos, negué cabizbajo— Maldita sea, todo esto es una mierda.

—Lo es, oye, ¿a dónde vas?

—Hablaré con ese idiota, necesita regresar.

—¡Espéra no! —lo tomé del brazo, alejandolo de la habitación en cuestión.

—Hoseok.

—Lo sé.

—Entonces déjame ir a patearle su cu...

—Yoongi. —me crucé de brazos con el ceño fruncido, entonces suspiró.

—Bien, su lindo y adorable trasero blanco, ¿contento?

—Tsk. —sonreí plasmado— ¿Cómo si fuera más blanco que el tuyo? —rodó los ojos irritado— Deberíamos entenderlo mejor.

—¿Entenderlo?, ¿no hacemos ya lo suficiente?

Suspiré— Lo sé, pero no la perdimos como él...

—¿Eso crees? Eunbi también era nuestra amiga. —aquel tono frío y seco, nuevamente.

Sé que a Yoongi también le costó su partida, esa pequeña fue muy dulce con todos y principalmente con él debido a su carácter...

Toqué su hombro— Tienes razón. Realmente la extraño y se que no soy el único, pero Kookie, él...

—Lo sé. —ambos guardamos silenció por un momento.

—No... ¡Ella está viva!

Su negación fue tremenda y aún le cuesta aceptarlo.

El teléfono del mayor sono, haciendo acto de presencia.

—Nam, ¿qué ocurre? —su expresión cambio drásticamente, de un semblante serio a uno bastante enojado— Entiendo, hablaré con él. —volvio su mirada hacia mi.

—¿Qué ocurre? —no respondió, guardo su teléfono en silencio—Yoongi, ¡yah! me preocupas. —y con un suspiro completo.

—Tenemos más problemas.

Maldición, acaso... ¿esto es posible si quiera?

Bajamos del auto de Jin con prisa, solo para encontrarnos con el resto de los chicos.

—Jimin... —lo miré con preocupación. Sus ojos se encontraban inchados, sus mejillas rojizas, y Taehyung lo abrazaba con fuerza.

—Me alegra que vinieran. —comentó Jin hyung.

—¿Qué mierda pasó? —Yoongi y su temperamento saliendo a flote nuevamente.

—El idiota de su padre... —Nam guardó un segundo de silencio.

—¿Otra vez? —lo miré consternado— Jimin, deberías denunciarlo.

Todos los presentes bajaron la mirada, a excepción de él.