—Por favor prepará bien los documentos. —sentenció con firmeza.—S-si... —susurro cabizbaja Yuqi— Lo siento mucho. —se disculpó en gran manera apenada y avergonzada.
—¿Crees qué una simple disculpa es suficiente? Debes ser más útil en tu labor, sino sólo renuncia y vuélvete modelo ¡y yah! —los documentos cayeron con furia sobre el pupitre de la menor generando un sobresalto en esta.
—Ya es suficiente Irene. —comentó Jihyo— Es mi culpa, debí haberme cerciorado mejor. —pero una sola mirada de la mayor bastó para que Jihyo guardará silencio.
—Ashh... —suspiró frustrada— Arregla esto, lo quiero bien para mañana temprano.
—¿Temprano? —repitió temerosa.
—A primera hora. —exigió con una mirada que atemorizo a la pequeña, quien palidecio
—Deja eso. —se hizo escuchar el timbre varonil de Jin— Irene, ¿no has cometido errores antes?
—No viene al caso, si lo hice pude cargar con el peso de responsabilidades y mejorar mi rendimiento. —el más alto dejo escapar una pequeña risilla para palmear su espalda levemente y sonreír.
—Se mejor que nadie todo lo que te esfuerzas por esta empresa, pero deberías ser más comprensible, ¿no lo crees? —la azabache titubeo un momento.
—Lo espero mañana a primera hora en mi despacho. —sin más volteó, siendo sus tacones lo único en oirse mientras se alejaba.
Yuqi cayó en su asiento descentralizada, parecía descompensada. Jihyo corrió por un vaso con agua mientras yo le brindaba un poco de aire con el vaivén de una carpeta.
—Esta bien, tranquila. Todavía eres una novata. —el castaño trato de animarla— ¿A quién no le paso?
—Toma. —Jihyo se acercó a pasos agigantados, me puse de pie para darle su espacio, mientras la mayor le brindo el agua, animandole.
—Pero ella no puede tratarla así...—susurre audible únicamente para él.
—Lo se, tiene un muy mal temperamento, pero ya sabes como es. —negó cruzado de brazos. Por mi parte apreté mis puños.
—Siempre serás igual, por eso los que amas se van, porque siempre juegas con fuego, espero y te quemes pronto.
No es así... no puedes hablar como si lo supieras todo de mi. No eres muy justa que digamos Irene.
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—Estas enamorada. —negue con el ceño fruncido y cabizbaja— Pero encima lo dudas —rió— Sinbie~, ¡al fin te llegó el amor! —Rinnie se encontraba aplastandome con sus brazos y cercanía personal.
—Shh, eres tan ruidosa. —negué separandola de mi y matar a un mosquito que se poso sobre mi pierna izquierda— No es así. Créeme.
—Claro y lo dices porque no te gusta el tiempo que pasas con él ¿o me equivoco? —la ironía no le favorecía pero igual la ejercía con sorna— No te gusta estar en casi todos los juegos como su compañera, ¿ohm? y quizás no ríes como tonta cuando lo ves...
—Ya entendí, ya entendí. —suspiré rendida ante sus constantes burlas.
Es cierto que me gusta formar equipo con él, también es cierto que terminaba embobaba viéndolo de vez en cuando, y si es cierto que suelo reír mucho ante su presencia pero.... eso no significa que me guste, ¿o si?
Volteé disimuladamente para verle en compañía de Jimin, ambos riendo y este golpeandole escandalosamente, sonreí sin siquiera notarlo.
—Aww, —la comisura de mis labios descendieron ante el chillido a mi lado, rode los ojos al oírla entonar una melodía— lololo love bug~.
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¡No soy ella!
FanfictionDicen que no hay mal que por bien no venga, pero a veces nos rompemos la cabeza pensando cuál será el bien después de haber perdido algo que era muy importante y valioso para nosotros. -¿Qué derecho tienes para compararme? -No te comparo con ella...