Caminé en dirección a la cancha de basquet, la cual quedaba a la vuelta cercano al río, y al pasar por ahí, logre verla.De pie con sus manos en los bolsillos y una ligera sonrisa sobre sus labios, su cabello largo y negro cubría su rostro en un ligero movimiento con el viento.
Sin decir más, solo me pare a su costado y contemplé junto a ella el movimiento del río.
—Nunca me dolió irme... pero si me dolió que no me detuvieras. —oí su voz suave igual que un susurro.
A mí nunca me dolió que te fueras... pero si me dolió que no volvieras.
—No le dediques canciones ni versos, a quien amas.. dedícale tiempo y atención. —se muy bien que se refiere a la ridícula pista del juego pasado.
El viento soplaba, el silencio no era para nada desagradable, y a su manera, era mucho menos solitario, aunque sea solo un poco.
—No corras por alguien que nunca quiso caminar a tu lado. —volteó a verme— Jimin, si quieres ser feliz, no escuches todo lo que te dicen, no creas todo lo que veas y no digas todo lo que sabes.
Le miré atentamente, aquellos preciosos ojos llenos de ternura, de preocupación, repletos de amor...
—¡Yuna! —conozco ese timbre de voz— ¡Yuna! —Tae se encontraba buscándola, y ella volteó para alejarse en silencio.
Olvido las llaves, los nombres, los exámenes. Olvido casi todo la mayoría del tiempo pero... ¿en dónde se encuentra mi mala memoria que no puedo olvidarme de ti?
—Yuna... Eunbi... lo siento mucho.
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—Ailee, hablo en serio. —sonrió burlándose— ¡Yah!
—Lo siento Kim, es solo que eres muy tierno. —me avergoncé— Bueno, creó que a Sojung le gustará algo más tranquilo, ¿una cena extravagante? —negó con una mueca no muy convencida— No se sentirá muy cómoda.
—Creo que tienes razón. —comenté pensativo— ¿Qué debería hacer? —volvió a reírse, y mis mejillas ardieron.
Era vergonzoso indagar al respecto pero, honestamente soy muy torpe a la hora de relacionarme con Sojung, quizás sea por el simple hecho de que ella es mi mejor amiga y... no quiero que nuestra relación cambie dramáticamente, tengo miedo de presionarla sin siquiera notarlo.
—¿Cuál es tu miedo? —le mire aterrado como si pudiera leer mi mente— Digo, Namjoon, ¿por qué no confías en tu propio gusto? Tal vez algo más casero, que salga de tu simplesa, que te represente. ¿Por qué no cenan en casa?
—Porque... no quiero que ella sienta que vamos muy rápido. —reconocí honestamente— Tengo miedo de ser abrupto con ella, que se sienta presionada. Tengo miedo de estar a solas con ella. —bajé la mirada avergonzado— No confió en mi mismo, —susurre— y eso es triste...
Mi corazón bombea pesado, y mientras me hundo en mi propia miseria, el peso de su cálida mano se siente sobre la mía.
—No es triste, se llama amor. —sonrió con dulzura— Namjoon, mírame, anda, levanta la cabeza. —obedeci desanimado— Escucha con atención, no se trata del mensaje que te llega, sinó de quien te lo envía. No es la canción que oyes, sinó a quien te recuerda. No se trata del tiempo que gastas, sino en la compañía de quien lo pasas. Vamos, eres un excelente chico y créeme, Sojung lo sabe mejor que nadie. Lo que hagas estara bien.
—Muchas gracias Ailee... —sonreí con gratitud.
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¡No soy ella!
FanfictionDicen que no hay mal que por bien no venga, pero a veces nos rompemos la cabeza pensando cuál será el bien después de haber perdido algo que era muy importante y valioso para nosotros. -¿Qué derecho tienes para compararme? -No te comparo con ella...