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Hoseok se encontraba caminando, completamente sumergido en sus propios pensamientos, y honestamente, se encontraba molesto por haberle fallado a Eunbi.

Extrañaba a su amiga, las charlas y risas compartidas, se encontraba extrañando todo de ella.

Jimin por su parte, se despidió con prontitud del mayor, había tomado la decisión de salir en busca de Yewon para así poder hablar mejor con ella. El rubio conocía a su mejor amigo, quería disculparse por juzgarla tan duramente en su momento; y eso demuestra lo cálido de su corazón.

En otro sector, una pelirrubia se encontraba molesta, casi furiosa por el derrocamiento de su vitamina humana, mejor que nadie conocía el punto de su fragilidad y aunque sabía que no era del todo culpa de Taehyung, no encontraba justificación a la forma en que él se encontraba confundiendola.

Eunbi sabia que nadie podía obligarte a sentir algo recíproco, pero eso no evitaba que se sintiera mucho más irritada.

Se encontraba confundida consigo misma, y es que en el fondo ella trataba de ayudar a su amiga pero, ¿qué hay de sus propios sentimientos?, ¿quién era ella para tratar de aconsejar cuando ni siquiera logra resolver sus propias emociones?

—Hoseok... —susurró pensativa, justo cuando choco su cabeza contra el pecho de alguien— perdona.

Los ojos de ambos jovenes se interconectaron, el sentimiento era mutuo, realmente se extrañaban.

—Hobi, —susurró— tú... —una sonrisa de emoción se formo entre sus labios.

—Debo irme EunBi. —intento avanzar pero ella se apresuró en detenerlo.

—Espera, hablemos un momento. Hoseok, ¿qué ocurre con...?

—¿Crees qué no se como te sientes? —internamente, por un segundo comenzó a odiarse así mismo.

—¿Qué estás...?

—¿Por qué piensas que falte a la cita? —se maldecía por seguir hablando siquiera, sólo quería abrazarla con fuerza y no tener que soltarla porque si, la amaba, estaba seguro de ello, pero Jungkookie la necesitaba— No te veo de esa forma, no quiero que te confundas más. Solo eres una amiga para mí, ¿lo entiendes?

Aquella confirmación terminó por romper con cualquier tipo de ilusión en la cabeza y corazón de la contraria. Eunbi anhelaba, quizás una explicación, un simple y miserable "lo siento" le hubiese bastado para volver a sonreír debido a él, pero... Lo único que logró apreciar fue la espalda de Hoseok avanzar sin deseos de dar marcha atrás.

Así, sin más, solo pudo saborear el hueco de un corazón vacío, con un amargo sabor a metal.

—Hoseok, espera... —intento tomarlo por el borde de su camiseta.

—Eunbi... lo siento. —negó para safarse del agarre y avanzar.

Aquella disculpa dolió por mucho más que su silencio, ¿en serio no le importaba en lo más mínimo?

Los ojos de ella comienzan a nublarse, y poco a poco comienza a perder su estabilidad, pero no. Hwang Eun Bi es demasiado terca y fuerte como para llorar como una tonta, no pensaba hacerlo, no ahora.

Y justo cuando creyó que su lucha estaba más que perdida, y su estabilidad emocional por el suelo, una mano se posó sobre su hombro.

—¿Estás...? —corrió dicha mano con furia solo para intentar avanzar sin verle siquiera al rostro— Espera, espera, ¡hey! —pero dicho terco se interpuso en medio, ella no levanto la vista, y su cabello rubio cubría en gran parte su rostro pero su respiración era evidencia de aquel tortuoso llanto— Sinb... —susurro dolido al verla en dichas condiciones, con ambas manos rodeó sus mejillas, poco a poco intentó levantar su rostro, y a pesar de su resistencia, lo consiguió.

¡No soy ella!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora