¡No soy ella!

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—Eres su amiga... —habia desconfianza y decepción en sus ojos, por lo cual su mayor asintió apenada para con él.

—Sabes que no significa nada, ¿verdad?

—Eso no lo se. —fruncio el ceño— Tu dime, Yewon.

—Jimin, —sonrío— eres un gran chico, y realmente quiero ser tu amiga.

El castaño divago por unos momentos.

—¿Ella no te contó lo que...?

—Lo se, conozco la historia. —bajo su mirada avergonzado— Pero a pesar de lo que tú puedas llegar a creer, yo no pienso que...

—Alejate.

—Jimin. —susurro con preocupación para intentar acercarsele, quien por instinto solo retrocedió.

—Alejate de mi, Kim Yewon. —dicho esto el mayor marchó, y su corazón dolió demasiado.

¿Cómo podría tener el cinismo de verle la cara a la hermosa persona que se encontraba detrás? La misma y única que logró contener, apreciar y devolverle la feliz sonrisa a Yuna, su preciada Yuna.

No, por supuesto que no tenía el derecho a mirar sus fijos ojos, no podría hacerlo de ahora en más.

La pequeña Umji se encontraba plasmada, nunca hubiera querido que el menor reaccionará de dicho modo, y realmente le atemorizaba. No era el modo en que ella hubiese querido que él lo supiera, si, era amiga de Yunie pero tampoco se encontraba ocultandolo.

—Jimin... —susurro al ver su espalda marchar, alejandose y obligada a dejarlo ir, puesto que sus pulmones comenzaron a funcionar fuera de lugar. Podia sentir claramente como sus pulmones comenzaban a inflarse, y sus vías mucho más estrechas.

Palmeo sus bolsillos para tomar el inalador que habia guardado esa mañana, ya le quedaba poco repuesto tendria que encargarse de ello cuanto antes.

Los ojos oscuros de un tercero veían claramente toda la secuencia, y no podia estar seguro de que era aquello sobre lo que ambos conversaron debido a la evidente distancia, pero realmente no le agrado la imagen de Yewon siendo dejada a un costado por su amigo. Es más, lo cuestionaba con intriga e irritación, a caso... ¿ellos se conocían y de dónde?

—Yoongi, —Jin bajó su celular con frustraciones— no pude comunicarme con él, ¿estará bien? —frunció el ceño— ¿y si le paso algo?

El hermano más bajo negó, todavía con su mirada fija sobre la silueta de su rubia amiga.

¿Por qué no estaba enterado del tipo de relación que ambos mantienen?

—No te preocupes, —comento con seguridad— me encargaré de él.

Ambos mayores se encontraban netamente sorprendidos por la repentina aparición de Jungkook en el escenario y todavía más por el increible sentimiento que brindó a través de su danza.

En verdad resulto como retroceder en el tiempo y volver a ver al antiguo Jungkook, al verdadero, al mismo muchachito apasionado y motivado por la vida. Solo ese pequeño atisbo de confianza e ilusión, les brinda esperanza a sus  corazones.

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El fin de semana llegó en un parpadear, las tres amigas se encontraban de pijamada en la casa de su mayor Yerin.

Yuna reía de las tonterías que se encontraba ejerciendo su unnie, mientras que Eunbi se encontraba completamente perdida en el recuerdo de hace dos días en el festival; aquella presentación pudo ser terrible pero gracias a que él se presento, no lo fue.