039

100 17 11
                                    

—Yuju. —sonreí luego de verla, mediante la ventana alta de la puerta. Tan concentrada en la guitarra y sus notas, realmente se veía hermosa.

Mi corazón se aceleró al recordar años pasados, unos cuatro años para ser exactos.

La sonrisa y su alegría al participar por primera vez en aquella competencia de talentos, recuerdo todas sus dudas y miedos; recuerdo sus inseguridades. Aún así, ella lo logró, participó, no ganó y merecía haberlo hecho pero, lo disfrutó.

Noté como se inclinó a tomar una lapicera enfrente suyo y anotar algo con prontitud, sonreí para ingresar al salón.

—Tae. —sonrió en cuanto se percató de mi presencia.

—¿Qué haces aquí? Deberías estar en el club de música. —comente acercándome a ella.

—Lo sé, pero los miembros jóvenes estaban algo impacientes. —sonrió avergonzada.

—¿No te dejaban concentrar? —eleve una ceja divertido— Nunca cambiarás, ¿eh?

—Claro que si, estoy mucho más madura, aún así, no puedo decir lo mismo de ti. —solto la lapicera para sonreír burlonamente.

—¿Yo? Claro que sí, cambié bastante...

Recuerdos volvían a mi mente.

Mi amiga se fue, mi primer amor también lo hiso... los rostros y la relación preciosa entre los hyungs, empobrecidos por el alejamiento y frívolidad que desprende de Kookie. Tanto dolor que una simple decisión nos trajo...

—¿En serio? —volvi el rostro para verla— De hecho, aún puedes seguir sonriendo como lo has hecho. —sonrió con dulzura— No sabes cuanto me alegra.

Eso no es cierto, porque solo puedo sonreír así contigo... en tu compañía, Yuna.

—¿Puedo escuchar tu nuevo proyecto? —asintió para concentrarse en su guitarra.

¿Cuándo volveremos a los tiempos de antes?

¿Cuándo podremos sonreír realmente?

No pasará. Claro que no lo hará, porque ya no estás con nosotros Eunbie...

••••••••••••••••

Los días pasaron y con ellos, nos adentramos a la segunda semana, otra semana más en donde con Namjoon apenas y podemos hablar.

Siempre es el mismo problema, su trabajo. Suspiré decaída.

—¿No le habré gustado? —susurre mesclando con una pequeña cuchara el té de mi taza.

—¿A quién?, ¿y de qué forma? —mi cuerpo se sobresalto al oírlo.

Volteé encontrando a un Jin sonriente, y me sonroje por lo anteriormente dicho.

—¿Co-cómo estás oppa? —sonreí avergonzada.

En estos días él siempre se encuentra atento a mí, es un gran amigo, como siempre, preocupándose por todos.

Mi corazón se encoge al pensarlo... ¿por qué?

—Bien, ¿por qué tienes esa cara? —cuestiono con notoria preocupación— Es Nam, ¿nuevamente él...?

—Descuida, sé que tiene mucha presión con el nuevo grupo. —sonreí cabizbaja— Oppa, ¿cómo sigue Jungkookie?

Recuerdo que me lo comentó, visitarían a sus padres ayer. Una sonrisa deprimida se posicionó en sus labios, para terminar cabizbajo.

—Digamos que fue duro, emocionalmente. —sirvio una taza para él— Yoongi tenia razón, sería un gran golpe para él...

—¿Pero lo ayudó? —frunci el ceño preocupada ante su silencio— Jinnie... —apreció como sus ojos titilan levemente, poco a poco lágrimas descendiendo, y con ellas un sollozo desgarrador.

¡No soy ella!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora