11. Escape

5.2K 295 4
                                    

Selena Hadrick.

La puerta se cierra y se que se ha ido. Me levanto tan rápido como puedo y Raquel se acerca a ayudarme. 

—¿Preparaste todo lo que te pedí?—su cara se arruga en angustia mientras asiente lentamente—, bien llévame al baño.

Me toma del codo, permitiéndome apoyarme en ella y caminamos al baño. Mi corazón late desembocado y un ataque de nervios me hace sudar. Por fin saldré de este lugar, por fin escapare. Llevo planeandolo desde el día que puse un pie en este lugar. Lo pensé cuidadosamente, incluso considere todo lo que podría salir mal y aunque mis posibilidades de éxito son pocas, debo intentarlo.

No puedo darme por vencido antes de intentarlo, de lo contrario estaría entregando mi vida. Raquel me ayuda a vestirme con el vestido de sirvienta que le pedí que consiguiera y cuando termina me coloca los zapatos negros y sencillos. Su respiración es igual de agitada que la mía, se que esta nerviosa y no la culpo, yo la metí en esto.

Aun recuerdo cuanto se negó y suplico que no la involucrara pero, ¿quien en este lugar me iba a ayudar? Nadie, absolutamente nadie. Por eso no tuve mas opción que persuadir la para que me ayudara. En el peor de los casos ella sera castigada al igual que yo.

La miro decidida a salir de este lugar, Raquel me devuelve una mirada nerviosa mientras me pasa un pequeño encendedor. Mis manos temblorosas lo toman y salimos del baño, ambas nos detenemos frente a la salida y le toco el hombro a modo de tranquilizarla.

—Sabes muy bien que hacer, no te preocupes y actúa normal, conoces el plan mejor que yo—toma respiraciones profundas y asiente, toma mi mano entre las suyas para luego salir por la puerta.

Una pequeña parte de mi quiere detener este plan loco y absurdo para evitar meter en problemas a otras personas pero, realmente no quiero quedarme aquí. Mi cuerpo, mi mente y mi corazón me gritan que debo salir de aquí. Que debo recuperar lo que se me arrebato, mi libertad.

Sacudo mi cabeza, debo concentrarme. Me acerco rápidamente a la pequeña mesita de la sala y tomo las paginas del periódico que descansan sobre el vidrio. Hago uso del encendedor y le prendo fuego a las paginas, camino a una de las ventanas y coloco el papel periódico en la parte baja de las cortinas. El fuego es rápido, alegre y voraz, se expando con rapidez por las cortinas y de pronto todo es de color anaranjado. Las cosas empiezan a quemarse rápidamente y aun hipnotizada por las llamas flamantes me dirijo a la puerta.

En cuanto salgo el humo me acompaña, nublando la vista.

—¿¡Que esta pasando!?—uno de los guardias pregunta mirando el humo salir de la habitación.

—¡Fuego! ¡Hay fuego y la señorita sigue en el baño!—exclamo a gritos.

La cara de ambos guardias palidece y sin rodeos entran en la habitación en llamas. Bajo las gradas con paso rápido, con el corazón latiendo tan rápido que tengo miedo se me salga del pecho. El humo invade todo el hall y me cuesta respirar, empiezo a cruzar el gran salón cuando lo miro: una camisa verde militar sin mangas enrolla su torso y unos pantalones sencillos de color negro hacen que se mire cansado y joven, su cabello despeinado y su cara con rasgos finos hacen que sienta asco.

El humo ayuda grandemente haciendo que todo se mire borroso y cabizbaja cruzo por su lado, para luego salir la puerta principal al igual que las demás sirvientas. ¡Gracias a Dios que este uniforme tiene una diadema poco usual y se usa un rodete, perfecto para pasar desapercibida! Tan rápido como salgo me escabullo por unos arboles y corro, tan rápido como mis piernas me lo permiten. 

Lleno mis pulmones con oxigeno mientras piso el césped húmedo. Los pajaritos recién despiertos cantan alegres ignorando el hecho de que hay alguien corriendo por su vida. Ruego a Dios, a medida que corro, que me permita escapar de las garras de este hombre, porque si ese hombre llega a perder los estribos realmente no se de lo que sera capaz de hacerme.

Mi vista se nubla y cálidas y saladas lagrimas ruedan por mis mejillas. ¡Dios! ¡No puedo rendirme! La garganta me arde y los labios están resecos, mis piernas empiezan a dolerme y mi ritmo baja. Desearía haber hecho mas ejercicio, de esa manera tendría un poco mas de resistencia. 

Los arboles tupidos y frondosos proporcionan varios escondites y eso me alivia ligeramente. Espero que nadie me venga siguiendo pero siendo sincera ya deben estarme buscando. Mi cuerpo cansado y necio a seguir me obliga a detenerme para apoyarme en un árbol.

Relamo los labios e intento tragar saliva. Siento sed, una sed devastadora a causa del nerviosismo. Tomo respiraciones profundas, intentando calmarme y retomo mi camino dando pasos cautelosos. Los rayos del sol queman mi piel y la sed aumenta, pero se que estoy muy cerca de salir de este bosque. El sonido de carros transitar la carretera me llena de esperanzas e ilusiones. Estoy a punto de volver, volver a mi única y preciada familia.

—¡Selena!—mi corazón se detiene y siento que el mundo se me viene encima, es ese hombre loco.—, ¡no creas que podrás escapar tan fácilmente!—Su voz se escucha tan cerca y enojada que soy incapaz de moverme.—¡Quiero saber quien atrapara a quien!—una risa cínica y estrepitosa se escucha y es todo, es todo lo que necesito para perder el control.

Estoy perdida.

*******

Hola!

*le tiran un montón de basura*

AH!, basta. Lo se, se que están enojados por no haber publicado en estos días y de verdad que lo siento, pero por problemas técnicos y personales no pude publicar hasta hoy. Pero, no se preocupen que mañana y el domingo publicare los capítulos que no publique esta semana.

¡Así que, DISFRUTEN!

Clai♠

An Innocent Sin [Original]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora