Selena Hadrick.
El terror que me invade es una extraña mezcla entre alivio y el mismo terror. Mis piernas tiemblan y mi pecho desnudo sube y baja a una velocidad impresionante. No recuerdo el momento en el que Darien se quitó de encima para ponerse de pie, solo recuerdo haber escuchado el sonido de una pistola haciendo su función.
Disparar una bala.
Observo como todos los hombres de Darien (incluyéndose) se ponen en modo ataque hacia el causante de el disparo. Me levanto del suelo tan pronto como mi cuerpo me lo permite y retrocedo varios pasos. Mi cabeza da varias vueltas por lo que me apoyo en una pared cuando estoy lo suficientemente lejos. Lo último que quiero es estar cerca de ese monstruo con nombre y apellido.
- ¿Adolfo? - la extrañeza en su voz no me pasa desapercibida. - ¿Qué haces aquí? O debería decir, ¿qué intentas hacer?
La esperanza brilla en mis ojos al escuchar ese nombre y rápidamente dirijo mi mirada hacia él. Lleva un traje de seda con un corbatin, muy parecido al que llevaba puesto cuando lo conocí. Su cabello esta peinado de forma elegante y sofisticada, con fijador para mantener el cabello en su lugar. Su belleza esta intacta, pero hay algo que llama mi atención y es el objeto brillante que sostiene con una mano alzada, apuntando a Darien.
La tensión se siente en cada uno de mis poros y un escalofrió me recorre de pies a cabeza; sin embargo, me quedo sin aliento al ver como baja su arma y muestra una sonrisa ladina. Mi cabeza me grita que corra, que algo no está bien pero soy incapaz de moverme.
- Pues vine a ver si estabas bien. - el ángel caído explica mientras alza los hombros de manera indiferente.
Darien frunce su ceño pero percibo como su figura se relaja ligeramente.
- ¿Y que con la pistola?
Adolfo suelta una risa suave para luego hacer un gesto con la mano de manera desinteresada, - Lo siento, era una broma. ¿Te asuste?
Un suspiro de alivio deja los labios de Darien y una sonrisa ladina aparece en su boca.
- Si idiota, no lo vuelvas hacer o me enojare.
Las alarmas ya activadas en mi cabeza suenan aún más y es cuando decido escucharlas. Me incorporó nuevamente y comienzo a avanzar de manera lenta hacia atrás. Intento no hacer movimientos bruscos para evitar su atención y cuando estoy a punto de cruzar al otro pasillo. Unas manos grandes y fuertes me toman con fuerza de los brazos desde mi espalda y me inmoviliza colocando mis brazos hacia atrás. Un grito sale de mis labios debido a la sorpresa y Darien vuelve su atención a mi.
Intento soltarme del agarre pero no logro soltarme y me presiona aun más fuerte. Mi corazón lucha por salir de mi cavidad torácica y me falta el aliento.
Darien alza la mano y con un gesto ordena a quien sea que me tenga agarrada, que me lleve hacia él. En un intento de evitarlo coloco toda mi fuerza restante en mis pies para detenerlo. Mi plan improvisado ni siquiera tiene un buen uso y el hombre simplemente me levanta para cargarme hasta donde esta el idiota y el ángel caído. Mis ojos recaen sobre Adolfo, quien ni siquiera se digna a verme.
- ¿Ya terminaste tu paseo, cariño? - el sarcasmo en la voz de Darien hace que cambie de enfoque.
- ¿Tu que crees? - musito intentando mantener la cordura.
- Pues yo creo que es hora de que tenga un poco de diversión contigo. - tan pronto como termina de hablar de abalanza sobre mi provocando que ambos caigamos al suelo.
Yo de espalda y él sobre mi. La corriente de dolor que me invade me obliga a emitir un gemido y Darien amplia aún más su sonrisa de payaso.
- Así. Justo así debes gemir todo el tiempo para mi. - ordena mientras me obliga a mirarlo.
Y sin más que perder une sus labios con los míos. Sus labios se mueven de manera feroz, demandante y arrogante. Su boca exige la mía con firmeza, como si fuera de su propiedad. Para luego obligarme a abrir mi boca y luego introducir su lengua.
El asco no tarda en llegar y intento alejarlo de mi, pero su fuerza sobrepasa la mía. Como último recurso muerdo su labio inferior hasta sentir el sabor metálico de la sangre y automáticamente separa nuestros labios.
En cuanto se aleja de mi intento ponerme de pie pero el idiota jala con una fuerza inmensurable los restos del traje para dejarme semidesnuda. Toma uno de mis tobillos para jalar lo y hacerme caer de bruces al suelo. Mi cuerpo protesta debido al dolor pero a nadie le interesa. Varias lágrimas de desesperación caen de mis ojos y Darien parece disfrutarlo aún más. Se coloca sobre mi nuevamente pero esta vez no intenta besarme. Con brusquedad toma mi seno izquierdo y lo apreta duramente, mientras un grito desgarrador sale de mi garganta. Acerca su boca a mi seno y muerde mi pezón como si fuera un dulce.
Vuelvo a gritar y siento que ahora ni siquiera soy capaz de ver debido a las lágrimas. Escucho la risa de esos hombres que estan de pie. Y creo que ya no tengo razón para vivir. El demonio sobre mi no sólo me roba mi inocencia, también me quita la esperanza. Puedo sentir la sonrisa de Darien en mi piel desnuda y él también puede sentir mi odio en cada esquina de mi piel pero a diferencia de mi, le gusta.
De repente la risa me invade y soy incapaz de contenerla al igual que mis lágrimas. No puedo creer que todo este tiempo haya creído que podía escapar de este imbécil. No puedo creer que después de afirmar que aunque Adolfo me traicionara no me sorprendería por que ya lo había visto venir y aún así me sorprendió. ¡Todo este tiempo me he estado mintiendo a mi misma, aún conociendo la realidad! Mi risa aumenta y observo como esos hombres de Darien murmuran entre ellos si ya me volví una loca.
Darien no alza su cabeza, ni siquiera detiene su trabajo en mi entrepierna. No me di cuenta de cuando quito mis bragas, ni de cuando empezó a intentar excitarme con su lengua. Por lo que parece esta demasiado inmerso en sus propios y asquerosos deseos, al igual que yo en mi deseo de desaparecer. Mi risa cesa cuando de repente alguien se acerca a nosotros. Adolfo me mira con indiferencia para luego pasar a ver a Darien. Sigue caminando hasta lentamente, pasa por mi izquierda luego por arriba de mi cabeza hasta pasar al otro lado. Sus pasos siguen, lentos y tortuosos hasta que se detiene justo al lado de Darien.
Sin embargo, el movimiento que realiza Adolfo no solo me deja asustada y asombrada, sino que también paralizada.
Paralizada al igual que Darien.
*******
Hola mis amorzhes de la vida, ya estamos super cerca del final y tengo una mezcla de emociones. Me siento emocionada, feliz, triste y un poco asustada.
¿Quién sabe si les guste o no el final? Pero...
Eso es algo que sabremos muy pronto, así que esten superrr atentos👀. De esta manera no se pierden nada.
Los quiere,
Clai♠
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An Innocent Sin [Original]
Mystery / ThrillerPerturbado y loco, con un terrible temperamento y sin paciencia. Morris dice amarme pero, yo no lo creo. Todos los días exige lo mismo. Todos los días respondo con lo obvio. Deseoso de afecto me pide darle lo que nunca obtendrá ni en sus sueños. Y...