37. Suposiciones.

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Selena Hadrick.

Caos. Ni siquiera esa palabra podría describir lo que paso después del robo. Parecía que era el fin del mundo dentro de la mansión. Literalmente.

Y todo empeoro cuando Darien apareció. En mi vida, lo había visto tan enojado. Parecía sacar humo por todos lados y estaba tan rojo que parecía que pronto explotaría de el enojo, pero no me extraña.

Después de todo, lo que perdió resulto ser muy importante. La alegría que me invadió al saber que le había quitado algo tan importante me lleno de alegría y orgullo. Y esta sensación no se termino aun cuando mataron a esos que estaban a cargo de cuidar su oficina, yo seguía feliz. Entendí la expresión que se utiliza en las películas: "La venganza es dulce".

Es tan dulce, que empalaga. Esa es la verdad. Te hace sentir en las nubes todo el día, te hace ver lo poderosa y capaz que eres de hacer las cosas. Haber visto a Darien de mal humor curó al instante mi depresión.

En cuanto a Raquel... No a habido ningún movimiento, aún.

Nunca se debe confiar de más, por que eso podría llegar a ser mi fin. Por ello, dos días después decidí mover el escondite de los documentos. Se que mis movimientos son demasiado rápidos pero no me queda opción alguna. Faltan pocas horas para que Adolfo llegue a la mansión a recoger lo acordado. A demás del hacho que, conociendo a Raquel, seguro y luego viene a revisar mi habitacion. A estas altura debo ser atrevida y precavida al mismo tiempo.

El toque en la puerta me saca de mis pensamientos, contestando con un pase rápidamente. Una saludable y alegre Karla entra a la habitación con una gigantesca sonrisa en sus labios. A mejorado considerablemente desde que llego a la mansión, y ahora esta mejor. El mismo día del robo en la mansión, no se nos permitió salir de la habitacion y aunque Karla y mi pequeño estuvieron junto a mi, tuvimos que cancelar el recorrido por la mansión. 

Debido a ello, lo pospusimos para hoy.

Observo atenta cada uno de sus movimientos mientras se acerca. Sus pasos ligeros y suaves, su coleta balanceándose de un lado a otro por el movimiento y su vestido moviendo se por el aire que proviene de la ventana.

— ¿Estas lista? — sus ojos brillan con emoción y no puedo evitar sonreír. 

— ¡Llevo esperándote siglos! — respondo entre risas mientras me levanto. 

Karla se ríe antes de tomar mi mano — ¡Entonces vamos!

Tomadas de la mano, salimos de la habitación. Cuando cruzamos por el pasillo pasamos por Elián y nos dirigimos al jardín. Los rayos del sol iluminan el lugar por completo, logrando una hermosa vista para contemplar. Hace varios días dejo de llover y ahora a empezado a hacer calor. Las flores han florecido por completo y la tierra ya no esta tan húmeda como antes. 

En este momento, es el mejor lugar para esconder cosas y disfrutar un poco. Suelto el aire atorado en mi garganta mientras caminamos tomados de la mano con mi familia. Mi única familia. Le muestro todo el lugar a Karla y por un momento, me imagino en el convento, mostrando cada lugar a las personas recién integradas. Y con ese pensamiento en mente sonrió y rió.

Raquel entra por la puerta con una bandeja en las manos. Es el téde la tarde. Con sumo cuidado lo posiciona en la mesita a la par mía, toma con delicadeza la tetera de porcelana y vierte elté en una pequeña taza.

— Su té esta listo, señorita — anuncia indiferente.

Sin observarla, le pido retirarse con una señal de mi mano. Luego de unos segundo estoy sola de nuevo. Cierro el libro en mis manos y lo coloco sobre el mueble. Luego de haber vuelto del paseo mi habitacion había sido revisada por completo. Los libros habían sido cambiados de puesto y ordenados, al igual en el armario, baño, sala y hasta la ropa de cama había sido cambiada.

Revisaron hasta el ultimo centímetro de la habitación de una manera tan prudente, que puedo apostar que fueron varias personas. Y todas dirigidas por Raquel. La satisfacción me invadió enormemente al haber predecido de manera correcta lo que iba a pasar.   

Mis dedos toman la taza con cuidado y la acerco a mis labios para tomar un sorbo delté, acción que se ve interrumpida por el sonido de la puerta abrirse nuevamente. La manera abrupta en la que se abrió me hace saber de ante mano quien es. Retomo mi acción y sigo tomando de la taza. Su respiración me hace saber cuando se a acercado lo suficiente y sin dirigir le la mirada hablo.

— ¿Que quieres, Darien?.

— ¿Donde esta? — su pregunta provoca un escalofrió que disimulo con esfuerzo.

— ¿El que, exactamente?.

Suspira y luego se ríe — Sabes muy bien de lo que estoy hablando, Selena.

Al igual que el imbécil, suspiro y le miro — No, no se de que hablas. ¿Como se supone que sepa si ni siquiera me dices que buscas?.

—Claro que lo sabes Selena. ¿Donde están los documentos que robaste?

*******

Amorzhes!! Cuanto los he extrañado, mis fieles y queridos lectores. Espero todos estén bien y saludables. Decirles que me perdonen por la tardanza, pero... El tiempo no espera a nadie, amigos míos. Por ello no estoy segura de cuando publicare o no. Pronto entrare a exámenes y siento que voy a perdonar así que cuando tenga tiempo actualizare la historia. De verdad lo lamento mis amorzhes pero no se enojen.

Clai♠

An Innocent Sin [Original]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora