An Innocent Sin [Original]

25. Su droga.

Selena Hadrick.

Termino de colocarme mi ropa de dormir, para luego ir al baño a cepillarme los dientes. Hace dos días que Darien se levanto de su cama y con eso se fue mi tranquilidad, se que muy pronto vendrá. Enjuago mi boca y lavo el cepillo, cuando termino dejo todo en su lugar y me dirijo a mi gran cama. 

Las luces de la habitación están apagadas por lo que no soy capaz de disimular mi sorpresa al verlo acostado en mi cama. El miedo corre nuevamente por mis venas sabiendo y anticipando que, a lo que viene a estas altas horas de la noche podría ser solamente para satisfacer sus deseos. No me muevo y tampoco menciono palabra alguna. Se muy bien que no puedo escapar. Una sonrisa cínica apenas notable por la claridad que proporciona la luna a través de la ventana, se expande por sus labios.  

—Ven aquí—su voz suena ronca y asquerosa.

Mis piernas tiemblan mientras reduzco el espacio que nos separa. Tomo respiraciones profundas, intentando calmarme. No quiero que sepa que tengo miedo.

Cuando estoy a su alcance, alza su mano y toma la mía, atrayendo mi cuerpo hacia el suyo. Hago mi mayor esfuerzo para no temblar cuando empieza a acariciar mi cabello. Mi cabeza descansa en su pecho mientras sus brazos me rodean por la cintura. 

—¿Sabes cuanto te extrañe?—pregunta en un susurro casi imperceptible y me vuelvo a sorprender, pero esta vez ligeramente.

—No—respondo cortante y fría.

 Un suspiro se escucha de su parte y puedo sentir como sonríe,—ya lo sabia, pero por alguna razón siempre te termine preguntando, deseando escuchar otra respuesta.

No respondo nada y el silencio es quien invade nuestra incomoda situación. ¿Que espera que responda? ¿Que yo también lo extrañe? ¿Que yo también estoy obsesionada a mi captor?

Porque eso es lo que es, no es cariño y mucho menos amor, es simplemente una obsesión. Este hombre esta obsesionado conmigo y no hay manera de repararlo. Es como un drogadicto incapaz de dejar aquello que le causa daño. 

Suspira nuevamente, mientras se levanta de la cama,—descansa, Selena.

Observo como se aleja, perpleja. Es la primera vez que viene a mi habitación y se va sin haberme obligado a satisfacer sus necesidades.  Un escalofrió me recorre la espalda y, por un momento, creo que es un pesadilla disfrazada de un sueño. Mi mirada no se atreve a moverse de la puerta y por un largo tiempo sigo viendo la puerta, hasta que el cansancio llega a mi y el sueño me vence. Caigo rendida sobre la cama y me estiro sobre ella. 

—Sera mejor que descanse—me digo a mi misma mientras bostezo y cierro mis ojos.

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—Bienvenida, señorita—un hombre con un traje elegante me abre la puerta del auto y con su me extiende una mano en modo de ayuda.

La tomo, agradecida, ya que no me gustaría hacer el ridículo al caerme con estos tacones y me bajo del auto. En cuanto bajo muchas personas dirigen sus miradas hacia a mi mientras entran al gran hotel. Darien aparece a mi lado y me ofrece su brazo, el cual acepto para poder apoyarme y entramos. 

No enfoco mucho mi atención en los detalles lujosos y brillantes del hall, cuando entramos. Subimos por las gradas en forma de cascada; angosta en la parte de arriba, pero amplia en la parte baja. El vestido que Raquel eligió para mi, es perfecto. Es ajustado pero largo y es de un hermoso color verde pálido. Tiene pequeñas mariposas en la cinta de la cintura y es de corte princesa, me encanta. Rizos gruesos se mueven sobre mis hombros mientras taconeo hacia el salón.

Odio admitirlo pero, Raquel realmente fue entrenada para esto. Aunque no sabia realmente para donde íbamos supe que seria un lugar lleno de lujos ya que Darien pidió especifica mente que estuviera vestida de manera elegante. Cruzamos varios pasillos, unos mas lujosos que otros pero aun así, todos con cosas invaluables.

—Te ves mas hermosa de lo normal—susurra Darien a mi oído mientras su aliento choca con mi oreja.

—Gracias—respondo con amabilidad fría.

Pocos segundos después llegamos llegamos a otro salón. Varias personas con ropa elegante se agrupa en varias partes del lugar para hablar. Observo como algunas de ellas les proporcionan sonrisas falsas a otras, y como estas responden con un cumplido hipócrita. Competencia, seria la palabra que describiría este lugar a la perfección.

Sacudo mi cabeza cuando oigo a Darien decir algo que no escucho para luego perderse de mi vista. Sin tener nada que hacer y a nadie con quien hablar, me dirijo a la mesa mas cercana con golosinas. Hay pequeñas tortas, pastelillos, chocolates, entre otras cosas. 

Tomo un dulce de chocolate blanco y lo introduzco en mi boca, en cuanto lo muerdo el sabor explota en mi boca y cuando termino de comerlo tomo otro. Cierro mis ojos disfrutando del sabor, son deliciosos, sin duda mis favoritos.

Vuelvo a buscar con mi mano otro dulce pero de repente, algo me detiene. Abro mis ojos instantáneamente y dirijo mi vista a donde se encuentra el agarre y luego al culpable. Un Hombre extremadamente guapo aparece ante mis ojos. 

Me tomo mi tiempo para apreciar cada facción del joven que parece ser la creación mas hermosa. Es super, super mas guapo que Darien. Literalmente en todo los sentidos.

—Comer mucho dulce es malo, pequeña traviesa—dice con una pequeña sonrisa y es cuando me doy cuenta que, en todo este tiempo, no había dejado de verlo.

¡Demonios!

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¿Me extrañaron?, ¡porque yo si! Siento que han pasado siglos desde que publique. Me alegro de estar con ustedes nuevamente, mis amorzhes.

No voy explicar (nuevamente) el porque de mi desaparición temporal, ya que publique un mensaje en mi tablero explicándolo. No se si lo habrán visto o no, pero lo hice.

Quería preguntarles, ¿cuanto desean que dure la historia?

¿Quieren que dure mas?, ¿como unos 50 capítulos o sea cortita y dure unos 40 capítulos? Ustedes deciden y por favor escriban sus opiniones.

Eso es todo, mis pequeños traviesos.

Clai♠