Darien Morris.
Mi pequeña se queda dormida en cuestión de segundos después de inyectarla con anestesia. Mechones de cabello se pegan a sus mejillas rosadas por el sudor. Levanto sus pies y se los acomodo en el asiento, retiro los zapatos y sus medias cubiertas con sangre. Se ha lastimado mientras huía. Vuelvo a acomodar sus pies en el asiento y alzo mi mano acomodando su cabello despeinado.
Suspiro, mi pequeña... ¿Como se te puede ocurrir escapar? ¿Acaso no ves cuanto te quiero y te amo? ¿No puedes ver que hago todo esto para mantenerte a salvo? La miro con tristeza dormir tranquilamente, si tan solo me dejaras demostrarte mi amor por ti, te daría el mundo a tus pies. Yo dejaría todo por ti, mi amada Selena.
La camioneta se detiene y se que hemos llegado a mi aeropuerto,—abre la puerta—pido con la voz ronca.
Raquel acata inmediatamente y la abre, ya ha limpiado los rastros de las lagrimas que le he pedido derramar y ahora esta sonriente como siempre. En situaciones desesperadas se toman decisiones desesperadas y para prevenir eso le enseñe a Raquel la manera de actuar cuando Selena intentara escapar.
Así es, desde el principio deje que escapara porque de no permitirlo, nunca comprendería que para que pueda escapar de mi debe morir ella o yo. Lo cual es imposible, ella no es capaz de matarse y mucho menos, matarme. Miro a mi pequeña y la cargo como princesa, porque eso es. Ella es mi princesa, mi reina.
Caminamos directamente a mi avión de primera clase, varios guardias de seguridad se inclinan cuando paso frente a ellos,—preparen todo, despegamos en cinco minutos—ellos asienten y yo subo las escaleras con la princesa. El aire frió choca con mi piel cuando entro en el espacio, un ligero aroma a lavanda combinado con licor se extiende por el aire. Una pequeña sala con asientos acolchonados en color anaranjado pastel se presentan a mi, cuando cruzo por ella y una pared de cristal deja al descubierto el comedor bien ordenado. Paso de todo, directamente hacia el baño de la habitación con Raquel siguiéndome.
—Trae ropa para la señorita y la dejas en la cama—ordeno, ella asiente y se retira rápidamente.
Coloco a mi pequeña sobre la cama para ir al baño y abrir la llave de la tina. Un chorro de agua tibia desciende, esparciéndose por la cerámica blanca de la tina con precioso acabado. Después de asegurarme de que el agua tenga la temperatura correcta regreso con mi amor. Retiro el vestido de sirvienta con cuidado al igual que su ropa interior, dejándola completamente desnuda para volverla a cargar y llevarla al baño.
Cierro la llave cuando la tina tiene el agua suficiente y con sumo cuidado coloco a Selena en el agua tibia. Varios jabones se encuentran ubicados en los estantes, todos con aroma a lavanda y vainilla. Tomo uno de ellos y lo mojo un poco para pasarlo por su cuerpo. Su suave tez me obliga a acariciarle sus senos, suaves, redondos y con el tamaño perfecto me excitan. Suelto el jabón dejándolo caer en el agua y utilizo mis manos para masajear sus pechos.
Sin poder soportarlo mas me deshago de la ropa y me uno al baño. Levanto a Selena, sentándola y apoyándola en mi pecho. Mi pene choca con su intimidad y se siente delicioso. Mi boca se dirige instintivamente hacia su cuello, dejando pequeños besos y mordidas en el. Chupo el lóbulo de su oreja mientras realizo movimientos hacia arriba y abajo con la cadera.
Corrientes de placer me inundan y acelero el ritmo de mis caderas. El frenesí que provoca el estar frotando a mi amigo con su intimidad es irresistible. Me detengo con dificultad porque se que pronto me vendré y quiero hacerlo dentro de ella. La vuelvo a levantar, esta vez sentándola de manera recta, lo que me ayuda con mis deseos.
Sin mucho que esperar me satisfago de una embestida y un gemido deja mis labios. Selena apenas se remueve un poco, ella no siente nada debido a la anestesia, pero yo si. Empiezo a embestirla suave y lentamente, disfrutando de todo su ser. Marcándola, haciéndola solamente mía. Mis movimientos se aceleran y empiezo a perder la cabeza, apenas y logro tapar los gemidos que suplican dejar mi boca.
Voy dejando un camino de besos en su cuello y coloco ambas manos en sus caderas. Quiero que ella se mueva pero, como no puede lo tendré que hacerlo por ella. Uso un poco de mi fuerza y la levanto hacia arriba para luego descender. Agradezco que sea tan ligera como una pluma cuando los movimientos retoman su velocidad anterior. Siento que estoy en el paraíso y pierdo la cordura.
Me vengo dentro de ella. Intento calmar mi respiración caótica y me quedo dentro de ella. Ojala fuera así cuando estas despierta, Selena. Acaricio su cabello mojado mientras aprecio sus mejillas en un rojo intenso. ¿Aun dormida te avergüenzas? Giro su cabeza y beso sus labios suaves y dulces. Tu inocencia fue lo que me enamoro Selena, pienso cuando saco a mi amigo y salgo de la tina. Remuevo el tapón del drenaje y dejo que el agua corra.
—Debo bañarte de nuevo, mi princesa—susurro abriendo la llave nuevamente.
*******
¡Que enfermo, hasta cuando esta inconsciente abusa de ella! ¡Ni siquiera se porque escribí esto! Ah, estoy loka. Eso tiene que ser.
Bueno voy a ver que tonteras escribo mañana amigos, nos leeremos mañana amorzhes.
Clai♠
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An Innocent Sin [Original]
Mystery / ThrillerPerturbado y loco, con un terrible temperamento y sin paciencia. Morris dice amarme pero, yo no lo creo. Todos los días exige lo mismo. Todos los días respondo con lo obvio. Deseoso de afecto me pide darle lo que nunca obtendrá ni en sus sueños. Y...