Selena Hadrick.
- Tu, nosotros... Tendremos un hijo.
Mi mente esta en blanco. Parpadeo varias veces mientras intento procesar lo que este pedazo de idiota acaba de venir. Siento que mi cabeza da vueltas nuevamente e intento calmarme.
¿Un hijo? ¿Acaso escuche bien? ¿O esto es una alucinación que en este momento estoy teniendo? Siento mi sangre helarse de manera extraordinaria y a mi rostro volverse morado. Alzo mi mano izquierda y con fuerza sostengo mi cabeza. Creo, que pronto me desplomare nuevamente. Levanto mi vista hacia Darien, quien tiene una mirada que nunca había visto antes. Sus ojos brillan con fuerza, alegría y emoción. Una sonrisa brillante adorna su rostro y hasta soy capaz de sentir su euforia a través de su piel.
- Darien, ¿q-que es lo que acabas de decir? - apenas logro balbucear sin querer pensar mucho en su respuesta ya obvia y clara.
- Selena, se que es difícil de creer pero, ¡pronto tendremos un hijo! ¡Darás a luz a un niño! - su voz suena alegre, al igual que un niño, feliz por haber conseguido el dulce que quería.
Sin embargo, siento como si me acabaran de tirar un baldo de agua fría sobre la cabeza. Estoy sudando de manera anormal y creo que pronto perderé la cabeza. Observo a Darien, intentando fingir una sonrisa, pero no funciona. De repente soy incapaz de mantener todo lo que, hasta ahora, había estado en lo más profundo de mi. Enojo, odio, tristeza, nostalgia, culpa y esperanza. Ya no puedo seguir así.
- ¡Selena! Creo que deberíamos de empezar con los preparativos, hay tantas cosas que comprar...
- Darien - mi voz interrumpe la suya y este me queda viendo, - ¿podrías dejarme un momento a solas? Necesito pensar sobre esto, ¿de acuerdo? - hablo más suave de lo que me gustaría.
Darien me observa con el ceño fruncido, para luego formar una sonrisa ladina. Él sabe que me afecta y aún así no soy capaz de esconderlo. Por un momento simplemente nos observamos mutuamente. Yo intentando contener un mar de lágrimas y él intentando contener toda y su ridícula felicidad. Alza una mano y se toca la nuca en un movimiento extraño y que nunca había notado en él.
- Está bien - responde mientras encoge los hombros. Se levanta de la cama y sin mirar atrás se larga de la habitación.
En cuanto cierra la puerta el silencio me inunda y creo que he sido demasiado ingenua. Desde el principio de todo esto, hasta este preciso momento en el que me doy cuenta de que las cosas nunca pueden salir exactamente como se planearon. Y es que en mi mente no cabía (y sigue sin hacerlo) el hecho de que yo pudiera quedar embarazada. Una cálida lágrima desciende por mi mejilla, pero no me muevo y la dejo estar ahí, al igual que dejo salir todo. Porque desde que estoy aquí he estado intentando suprimir mis sentimientos, pensaba que tenía que volverme alguien fuerte. Sin embargo el dejar de llorar o expresarme no va a convertirme en alguien fuerte, sino que terminaré destruida.
Ya es tarde.
Presiono con fuerza la sabana en mis manos mientras interminables lágrimas caen de mis ojos y no me intento detener. Por primera vez me dejo llorar sin arrepentimientos y saco todo, de no hacerlo me volvería loca. Un sonido horrible sale de mi garganta y siento como si me la hubieran desgarrado. El aire me falta y siento una presión terrible en mi pecho. Y para empeorar un ataque de hipo no me deja ni llorar en silencio. Me recuesto sobre la almohada nuevamente, aun llorando y temblando intento dormir.
Me siento cansada, devastada, aturdida y abandonada. Solo quiere cerrar los ojos y despertar en un lugar muy lejos de aquí con mi familia en el convento. Intento recordar todo lo posible sobre ellos hasta que el sueño me vence y caigo rendida.
☼☼☼☼☼☼☼
La luz de la luna me despierta. Es suave, solitaria y dulce, por ello no me molesto en absoluto e intente conseguir la paz que gobernaba en la noche.
No me fue posible.
Me siento destrozada. Como si un camión de sandias me hubiera pasado por encima y molido los huesos por completo. No hay manera de que encuentre paz, al menos en este momento. Me remuevo incómoda al recordar lo que se encuentra en mi vientre. Coloco suavemente mi mano sobre esa zona y al instante un escalofrió me recorre, al igual que aparece una duda que me deja sin respiración.
¿Este hijo realmente es de Darien?
Comienzo a recordar cuando fue la última vez que... Paso eso. Mi mente divaga entre mis recuerdos hasta que algo sumamente importante viene a mi mente. La última vez que me acoste con alguien no fue con Darien fue con...
Su amigo, Adolfo.
Mi corazón se acelera de manera abrupta y siento como el mundo se viene abajo. El hijo en mi vientre no es del idiota, sino del imbécil. Mi corazón se vuelve a acelerar y empiezo a hiperventilar de manera considerable.
¡Cálmate Selena! Entrar en pánico no te ayudara en nada.
Intento normalizar mi respiración durante varios minutos, hasta que lo logro. No pasa nada. No es como si quisiera tener un hijo de Darien y tampoco de Adolfo... En todo caso, todo estará bien mientras no se de cuenta de quien sea el padre. Cosa que no pasara, al menos hasta que el bebe no nazca, ya que le podrían hacer una prueba de ADN y ahí si no habrá manera de mentir. Sacudo mi cabeza de lado a lado, intentando borrar esos pensamientos.
Claro, eso no pasara. Ya que, para cuando mi hijo ya haya nacido estaremos muy lejos de este lugar, de Darien y de cualquier juego o red de mentiras que existan. Ahora tengo un nuevo objetivo y me asegurare de cumplirlo. Me aseguraré de salir de este lugar junto a mi hijo con vida, ¡sin importar lo que pase lo mantendré a salvo!
*******
Hello, tiempo sin leernos amorzhes de mi vida. Les cuento que pronto terminaré este año escolar y entonces podre publicar sin tardanza y restricciones. Peroooo...
Eso también significa que la durante la semana que viene no publicaré nada por los exámenes.
Deseen me suerte para mis exámenes y esperen los últimos caps ya que habrá muchas revelaciones.
Eso seria todo por hoy. Los quiere,
Clai♠
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An Innocent Sin [Original]
Mystery / ThrillerPerturbado y loco, con un terrible temperamento y sin paciencia. Morris dice amarme pero, yo no lo creo. Todos los días exige lo mismo. Todos los días respondo con lo obvio. Deseoso de afecto me pide darle lo que nunca obtendrá ni en sus sueños. Y...