Capitulo dedicado a todos ustedes por leer y apoyar mi historia.
¡Los quiero!
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Selena Hadrick.
Hoy es el día. Hoy sera el día en que entregue a Adolfo los documentos y destruya a Darien. Hoy daré un paso más cerca a la libertad. Sonrió para mis adentros mientras tomo un sorbo de agua. Observo con detalle a Darien, su cabello mojado desordenado y su ropa casual.
Justamente hoy, ha decidido no trabajar y me a ordenado desayunar con él. El sonido de los tenedores chocando contra la porcelana es lo único que se escucha mientras comemos. Desde la última vez que hablamos no me ha vuelto a dirigir la palabra. Su cara de asco al ver la zanahorias en su plato me dan ganas de reír, pero me contengo. No quiero recibir otra cachetada en el rostro.
Termino mi bebida y, preparándome para retirarme me levanto de la mesa.
— Hoy tendremos visitas — el comentario de Darien me obliga a verlo.
Seguro es que esta hablando sobre Adolfo. Sin embargo, no me esperaba que me notificara.
— ¿Quién viene?
— Adolfo, mi mejor migo y compañero en los negocios. Ya lo conociste, ¿recuerdas? — explica y casi no me logro contener.
¿Mejor Amigo? Este si que es un buen chiste. Me encantaría explicarte, mi querido Darien que tu gran amigo es quien desea tu ruina.
— Claro que lo recuerdo — afirmo para luego continuar, — ¿Cuando piensas llevar a Karla a el convento? Ya lleva varios días en la mansión y me parece que ya es hora de que regrese.
Darien frunce el ceño un poco y luego suspira.
— ¿Qué te parece en esta semana? — su voz suena ronca y pesada.
— Hum, creo que estaría bien. Ahora, si no hay nada más me retiro — explicó mientras camino.
Recorro el camino hasta mi habitación y decido tomarme un baño. Llamo a Raquel para que me prepare un vestido formal y para que me preparé un poco de té para cuando salga del baño.
Casi no logro disfrutar mi baño. No tengo idea de como vayan a salir las cosas hoy.
¿Qué pasa si Adolfo no me entiende y no puede llevarse los documentos? ¿Y si somos descubiertos? Miles de preguntas se apilan en mi cabeza y comienzo a sentirme mareada.
Necesito un descanso. Un puto descanso.
Raquel junto a otra sirvienta entran por la puerta con varias cosas en una bandeja. Jabones de olor, shampoos y las galletitas que había pedido. Ponen las cosas sobre la mesita a la par mía y sin esperar, tomó una galleta.
No ha pasado ni un solo segundo cuando estoy escupiendo la galleta fuera de la tina.
Raquel y la otra retroceden instantáneamente con una cara de asco mientras me miran tirar arcadas. Cuando termino Raquel se acerca a mi rápidamente.
— Señorita, ¿esta bien? — pregunta con el ceño fruncido.
— ¿Y todavía preguntas? ¿Porque carajos me trajiste galletas de mantequilla, cuando claramente te dije que no me gustaban? — mi voz suena fuerte y ahogada mientras hablo.
— ¿Mantequilla? — aún con el ceño fruncido toma una pequeña galleta y la prueba. Abre los ojos de manera exagerada cuando se da cuenta que se a equivocado en el sabor. — De verdad lo siento señorita, no era mi inte...
Sus palabras quedan en el aire en el momento en que la palma de mi mano choca contra su mejía.
— ¡Ni siquiera puedes hacer esto bien! Ve a la cocina nuevamente y tráeme las galletas de canela — exijo y Raquel, cabizbaja obedece.
La otra se retira con ella, dejándome sola en el baño. La tranquilidad vuelve a mi y me siento satisfecha. Esa estúpida se atreve a portarse amable frente a mi, cuando es una perra hipócrita.
¡Hmp! Y eso no es todo lo que te espera, Raquel. Todavía no olvido el plan que se convirtió en un intento fallido por tu culpa. ¡No te preocupes que siempre me acordaré de ti!
La risa me invade de manera extraña y empiezo a creer que estoy loca. Cuando la risa cesa salgo de la tina y busco una toalla, pero no encuentro ninguna.
— ¿Donde rayos dejaron las toallas? — pienso en voz alta mientras busco alrededor.
Sigo buscando durante unos minutos, pero pronto me canso y dejo de hacerlo. Salgo de el baño y, con la intención de ir a vestirme me dirijo a el armario. Cosa que se ve interrumpida cuando encuentro a Darien, en el puto cuarto, viéndome.
Un grito ahogado sale de mis labios con un par de segundos tarde mientras intento taparme con mis brazos. Sin embargo Darien no parece para nada sorprendido, en vez de ver una "O" formada en su boca hay una sonrisa.
Sucia y cínica.
Sin esperar un ataque corro como loca hacia el baño y tomo la puerta para cerrar la rápidamente, cosa que Darien no me permite desde el otro lado de la misma. Empujo con toda la fuerza de mis débiles brazos, y debido a su fuerza sebo usar hasta mi cuerpo.
Maldigo en voz alta cuando mi pie se resbala, haciéndome caer de espaldas al suelo. En seguida siento lo helado del piso y luego, el dolor provocado por la caída.
Mi corazón se acelera gravemente al ver a Darien entrar por la puerta y creo que me va a dar un infarto al corazón. Un escalofrió recorre mi cuerpo entero mientras me intento levantar.
Una mano gigante y desagradable me toma del brazo. El pánico me llena y lucho por intentar soltarme. No quiero volver a pasar por lo mismo. ¡No quiero tener que volver a sufrir ese tipo de cosas!
El idiota ejerce mas fuerza y me empuja hacia una pared. Mantiene mis brazos sobre mi cabeza con una de sus manos y con la otra me levanta el mentón. Sus labios se posan sobre los míos demandantes y feroces, su lengua intentando abrirse paso hacia mi boca.
Me remuevo, intentando apartarlo. Sin lograrlo, voy perdiendo fuerza y justo cuando pensé que no había salvación un toque en la puerta lo obligo a separar sus labios repugnantes de los míos.
— Amo, el joven Adolfo ha llegado y lo esta esperando en la sala principal.
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Aquí el cap mis amorzhes. Esta semana no subo debido a los exámenes... ¡Denme suerte!
Como siempre espero les guste y disfruten al máximo. Ustedes saben que los amo y aprecio mucho. Gracias por su apoyo y comentarios que me llenan de alegría.
Clai♠
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An Innocent Sin [Original]
Misterio / SuspensoPerturbado y loco, con un terrible temperamento y sin paciencia. Morris dice amarme pero, yo no lo creo. Todos los días exige lo mismo. Todos los días respondo con lo obvio. Deseoso de afecto me pide darle lo que nunca obtendrá ni en sus sueños. Y...