An Innocent Sin [Original]

4. Delicias del mundo🔞

Darien Morris.

Piel blanca como el marfil, ojos color café miel y unos hermosos labios rojos. Hermoso. Ella es hermosa.

Estoy perdido. Estoy completamente enamorado de ella, desde el momento en que la vi no pude pensar en otra cosa que no fuera ella. Apenas y pude sobrevivir un miserable mes, ansiaba verla y tenerla para mi.

—Vuelvo a verte, Selena.

Me acerco a ella con una sonrisa, ella retrocede hasta chocar contra la pared pegada a la cama, como un conejito acorralado. Me siento en la cama y la observo, la ropa interior de color negro solo resalta mas el color de su piel. Mis dedos pican por el deseo de acariciar cada parte de su cuerpo. 

Alzo mi mano y toco su mejilla, tan suave. Selena tiembla y aparta su rostro, evitando mi tacto. Tomo su mentón y la obligo a verme, sus ojos se llenan de lagrimas pero ninguna cae. Retiro las esposas de sus muñecas, para volver a su rostro.

—Por favor, suéltame—susurra—por favor.

—Esa no es una opción—niega con su cabeza mientras me mira.

—No cedas al mal, ¿de acuerdo?—la desesperación es notoria en su voz.

—¿Me pides que no ceda a ti?—susurro en su oído.

Ella asiente en respuesta. Mi sonrisa se expande mas y ella retira sus manos de mi cara, su ingenuidad la hace aun mas atractiva.

—Cariño, eso no es posible.

Coloco mi mano en su nuca y la acerco a mi. Nuestros labios chocan y es una sensación deliciosa. Ella coloca su manos en mi pecho, intentando alejarme, pero no se lo permito. Sigo probando sus labios dulces y suaves.

Pequeñas lagrimas empiezan a caer de sus ojos mientras mi lengua se abre paso para explorar su boca. Me encanta, es perfecta. Me separo de ella, recuperando mi aliento. Solo un beso suyo es capaz de excitarme tanto.

Quiero hacerla mía, ella tiene que ser mía. Rodeo su cintura y la levanto ligeramente para colocarla en mi regazo. 

—¡No! ¡Por favor!—solloza—¡Basta!

La ignoro y beso su cuello. Huele tan bien. Subo mis manos por su espalda, buscando el pasador del brasier para retirarlo, pero antes de poder quitarlo alguien toca la puerta. 

Debe ser Vallel.

—Dije que nadie me interrumpiera—exijo.

—Lo siento señor, pero hay una emergencia con la venta del nuevo producto...—su voz empieza a escucharse baja.

—¿Que es?—no dice nada—¡Simplemente dilo!

—Parece, que fue robado.

¡¿Que?! ¡Mierda! Ese producto ya fue vendido, si no lo entrego perderé un comprador. Selena aprovecha la oportunidad y se aleja de mi corriendo a una esquina de la habitación. Me levanto, tengo que solucionar este problema inmediatamente.

Observo a Selena,—pronto volveré por ti cariño.

Salgo por la puerto y miro a unos de mis hombres custodiando la puerta—no la dejen salir y no dejen que ninguna de las demás entren—ordeno y ellos asienten en respuesta.

Camino por todo el pasillo para después bajar por las escaleras. Cuando llego a la sala de estar me encuentro con T18, pintándose las uñas. Cuando me mira sus ojos brillan y se acerca rápidamente.

—¿Adonde va, amo?—cuestiona con una sonrisa.

—Voy a salir por un momento, no volveré hasta la noche—respondo mientras me coloco mi chaqueta negra.