An Innocent Sin [Original]

33. Al borde de un abismo.

Selena Hadrick.

La persona que derramo un mar de lagrimas por mi y presencio el momento en el que fui secuestrada, yace acostada dentro de esta caja de cristal. Un terrible escalofrió me recorre de pies a cabeza y mis piernas han empezado a temblar cual gelatina. Respiro con gran dificultad mientras me acerco aun mas a la caja de cristal y coloco las de manera delicada y suave sobre el vidrio, como si tuviera miedo de que se quebrara en cualquier momento.

Mis ojos pican y mi mandíbula esta tan apretada que mis dientes podrían romperse. Olvido por completo la presencia del imbécil y recuerdos llegan a mi memoria con la rapidez de un rayo. Recuerdos de Karla ofreciendo un muffin, de Karla jugando con los niños del orfanato mientras yo me moría de la risa por las caras que hacia.  

La persona frente a mi no se parece en nada a Karla. A la Karla sonriente que conozco muy bien. Hay grandes ojeras bajo sus ojos y esta mucho mas delgada de lo que ya era. Sus rizos están pegados a su cara por el sudor y esta tan pálida que me temo este muerta.

—¿Porque esta aquí?, ¡¿para que la trajiste?!—mi voz suena quebrada pero exigente.

—¿Te gusta tu regalo?, simplemente pensé que te sentías muy sola y decidí traerla para que te hiciera compañía.—explica y siento que estoy a punto de explotar.

—¿Regalo?—mi voz fría y despiadada—, ¿desde cuando se puede regalar la vida de una persona? 

Un silencio le sigue a mi pregunta, haciendo explotar por completo.

—¡Eres un imbécil! ¡¿Como se te ocurre venir aquí y decir que quieres obsequiarme la vida de mi amiga?! ¡Estas loco! ¡Maldito psicópata! ¿¡Porque no simplemente desapareces!? ¡UNA EXISTENCIA MISERABLE COMO LA TUYA NO VALE LA PENA CONTINUAR!

—¡TODO ESTO LO HICE POR TI, POR TI MALDITA SEA!—vocifera y yo suelto una risa sarcástica.

—¿Por mi? ¡Maldita sea, Darien! ¿No puedes por primera vez en tu vida asumir la culpa y dejar de meterme a mi en tus decisiones? ¡¿Eres hombre o no?!—grito girándome en su dirección.

Lagrimas cálidas y llenas de cólera descendiendo por mis mejillas, y juro que estaría muerto si no fuera porque las miradas no pueden matar a nadie.

—¡¿Que quieres que te lo demuestre otra vez?! ¿¡Porque no simplemente te callas, o prefieres que tu amigita sufra las consecuencias!?—exclama, sin embargo eso no me asusta solo a viva aun mas las llamas de mi furia.

—¿Entonces eso querías maldito desgraciado?, ¿controlarme por medio de mi amiga? ¡Jah, justo como supuse, sigues siendo la misma basura de siempre, ya me extrañaba que no hubiera aparecido tu mal genio hasta ahora!

Veo a Darien apretar su mandíbula y se que si sigo gritándole explotara, pero eso me hace sentir superior a este idiota en muchos sentidos. Apretó mis puños con fuerza cuando doy un paso al frente.

—¿Sabes?, ya no importa, simplemente haz que salga de esa caja de cristal.—pido totalmente llena de impotencia.

Darien abre su boca como si estuviera a punto de decir algo, pero luego la cierra y avanza a la caja de cristal. Se ubica en la parte de atrás de la caja, para luego meter su mano en su bolsillo derecho. Cuando saca su mano deja ver una llave pequeña, y solamente puedo escuchar un click y observar la puerta de vidrio abierta. El captor entra en la jaula y saca a mi pequeña Karla de ella.

Acerca a Karla a mi y automáticamente me abalanzo hacia ella. La tomo en brazos con fuerza y escucho a su corazón latir, causando un suspiro de alivio de mi parte. Paso la palma de mi mano por su rostro, quitando el sudor y es cuando me percato de que esta, literalmente, ardiendo.

—Llama a las sirvientas, ¡ahora!—le ordeno a Darien y por un minuto creo que me volverá a gritar, sin embargo se da la vuelta, camina a la puerta y llama a unos de sus hombres. Pocos minutos después Raquel aparece junto a un grupo de hombres con una camilla. Suben a Karla en ella y con prisa les indico que la lleven a una de las habitaciones en el área en la que estoy ubicada y al mismo tiempo les recuerdo que llamen al doctor.

Una incomodidad invade la habitacion en el momento en que se retiran todos, dejándome a mi y a mi captor solos. Escucho la respiración de Darien, desestabilizadas y luego le escucho tragar con dificultad, se esta preparando para hablar.

—Se quedara unos cuantos días conmigo,—explico, evitando que hable y diga sus hipocresías.—pero cuando se recupere, promete que la mandaras de vuelta.

—De acuerdo. Si eso es lo que deseas así se hará.—habla después de pensar.

Asiento y me giro hacia la puerta, dispuesta a salir, pero de repente mis pies se detienen,—Darien, ni se te ocurra volver a hacer algo así. Pues aunque me sienta sola, no tengo porque arrastrar a otros a esta soledad.—y sin mas que agregar me alejo, dejándolo estólido.

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Un poco tarde ya, pero aquí termina el maratón. Por favor sigan pendientes que nunca se sabe cuando doy sorpresas. 

Agradecerles por ser tan amables y leer mi historia, votar y comentar. Realmente que me llena de alegría el saber que les gusta. Comenten, díganme que piensan y no se les olvide votar.

Los quiero mucho, mis amorzhes♥.

Clai♠