34.Nostalgia.

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Selena Hadrick.

Tiempo, algo que no tengo y sin embargo necesito con urgencia. Ahora entiendo el dicho: el tiempo es oro, pues se escapa por entre mis dedos como la arena de la playa.

Paso mis dedos por mi frente en señal de mi nerviosismo, mientras miro a Karla acostada en una cama igual de grande a la mía. Su respiración es tranquila y la fiebre repentina ha desaparecido casi por completo. Estamos en la habitacion justo al lado de la de mi pequeño.

Han pasado mas de dos horas desde que Darien me mostró a Karla en esa estúpida caja de cristal y aun no puedo tranquilizarme. Tengo ganas de partirlo en pedasitos para luego quemar lo y tirar sus cenizas en el mar. De esa manera seria capaz de desaparecer del mundo, sin dejar rastro alguno.

Suspiro y me pego una cachetada mental. Debo dejar de pensar en la muerte y calmar mas mi corazón, por que estoy mas que segura que Dios me odiara si sigo igual. Un quejido hace que gire mi cabeza hacia Karla, que se esta removiendo en la cama. Tiene el ceño fruncido mientras parpadea, y analiza su alrededor. Sus ojos se distraen un poco, observando el sol ponerse y sus rayos coloreando en tonos rosa, amarillo, naranja y morado, las nubes y cielo. La observo sentarse en la cama aun sin notar mi presencia.

Veo su rostro formar una expresión dolorosa y pronto, de sus ojos caen varias lagrimas como si fueran cascadas. Se abraza a si misma llorando fuertemente. Siento a mi corazón quebrarse en pedazos al verla de esa manera, sola y rota. Llena de miedo. Sin emitir palabra la veo llorar.

¿Que se supone que le diga?¿Como puedo verla de frente sin sentirme culpable? Después de todo que ella se encuentre aquí es por mi.

Inhalo y exhalo. Debo calmarme. Sin darle muchas vueltas al asunto doy dos pasos al enfrente y decido llamarla, pero mi voz muere en mi garganta cuando la escucho decir mi nombre.

-Selena...-su voz es un fino hilo de voz entre los jadeos de su llanto.-¿Donde estas? Te extraño...

Mi cuerpo se congela. Ella todavía me recuerda. Ella me tiene presente en sus pensamientos. La felicidad llena mi pecho y me obliga a acercarme a ella con prisa y sin dudas.

Me siento en la cama, provocando que Karla levante su rostro y retroceda un poco. Sus hermosos y sinceros ojos color miel me miran y brillan. Antes de que pueda siquiera sonreír esta sobre mi, sus brazos rodeándome y su rostro escondido en mi cuello. Siento como pequeñas y cálidas lagrimas caen de su rostro a mi ropa, sin embargo se con certeza que ya no llora de tristeza. Si no de felicidad por verme nuevamente.

Envuelvo mis brazos a su alrededor y al igual que ella, lagrimas se deslizan por mis mejillas. Nos quedamos así por unos largos minutos, recordando y sintiendo la esencia de cada una. Yo rompo el abrazo y alzo mis manos para limpiar las lagrimas restantes en su rostro.

Una pequeña sonrisa aparece en sus labios-me alegro de verte, Selena.

Sus palabras me recuerdan el porque esta aquí y creo que estoy a punto de derrumbarme frente a ella.

-Cuando fuiste secuestrada, todas lloraron mucho. Carmen se encerró durante tres días en su cuarto, sin comer, ni hablar. Fue muy difícil para todas, pero mas para mi. De verdad lamento no haberte ayudado, Selena. Yo vi todo, yo debí haberte ayudado, debí haberte defendido.-llora nuevamente y yo sacudo mi cabeza en señal de negación.

-No es así. Yo..., en realidad me alegro de que te mantuvieras escondida, ya que no soportaría verte pasar y sufrir lo mismo que yo. Es un gran alivio que estés bien, Karla.-afirmo y nos volvemos a abrazar.

Cuanto extrañe este dulce aroma, esta calidad y esta dulzura. Cuanto extrañe y añore verte algún día, Karla. Dios no me ha abandonado. No se a olvidado de su humilde sierva, que ha sufrido y que aun tiene fe en su amor.

Acaricio su cabello duro y con un olor a sudor, pero aun así no la separo de mi.

Después de una hora, Karla esta bañada y con ropa limpia que mande a pedir por su talla. A pesar de haber estado mas de treinta minutos en la ducha, todavía puedo sentir su cansancio y al igual que verlo en esas bolsas oscuras bajo sus ojos. Estando en este estado sigue sonriendo y riendo. Como si nada hubiera pasado, pero yo se que no es así. La manera de Karla de protegerse y cuidar a aquellos que quiere, es siempre sonreír.

Lo hace y siempre lo hizo de pequeña.

Bato mis pestañas con cansancio y culpa antes de hablar,-Karla sera mejor que descanses un poco, después de todo mañana tendrás que conocer el lugar.

Sus grandes iris de color miel me miran con nostalgia,-hum, creo que tienes razón. ¡Entonces..., buenas noches Selena!

Con mi ayuda se acomoda en el gigantesco colchón, para luego ser abrigada por la sabana. Me sonríe una ultima vez antes de acostarse y cerrar sus ojos. Me imagino el cansancio es grande porque en cuestión de segundos esta sumida en un profundo sueño.

Me quedos unos instantes viendo respirar con tranquilidad mientras suspiro. Mañana, mañana tengo que llevar a cabo mi plan, de lo contrario no lo podre lograr...

Pienso en las nuevas correcciones que tendré que hacer en el plan debido a la presencia de Karla. De ese modo sacarla de todo peligro o riesgo.

Con ese pensamiento en mente, combinado con otras ideas y advertencias, abandono la nueva habitacion de Karla para dirigirme a la mía.

*******

¡Prepárense! ¡Que pronto, muy pronto (esta bien, no tan pronto, pero aun así pronto) llegaremos al final de esta historia!

Lean todo con detalle y hagan suposiciones de lo que pueda pasar en los últimos capítulos. Veremos quien llega a pensar igual que yo.

Eso seria todo por hoy, esperen el otro cap con ansias y paciencia. Pues no estoy muy segura en que día actualizare. Por cierto, ¿que les parece la portada del libro? Hice lo que pude, ¡no me juzguen!

Bezhos y abrazhozz.

Clai♠

An Innocent Sin [Original]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora