15. Esperanza mía

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Selena Hadrick.

Un gran bullicio se escucha y reconozco ese ruido, son los sonidos que producen los carros en la carreteras. Pitidos se escuchan por todas partes, combinado con el sonido de los carros chocar con el aire a alta velocidad. Mis ojos se abren y parpadean dos veces para acostumbrarme a la claridad, me levanto lentamente, mirando mi alrededor y como suponía estoy en un carro.

Desorientada busco en mi cabeza lo que paso anteriormente y las escenas en mi mente desfilan sin detenerse, yo he fracasado al huir de mi captor. La decepción me golpea y lo único que puedo hacer es consolarme diciendo que al menos Raquel esta sana y salva. O eso espero. Con repentino miedo busco en la cabina del automóvil a la presencia que me resulta repugnante, pero afortunadamente no la encuentro y suspiro de alivio. Lo ultimo que quiero es tratar con ese demente y sus locuras. 

Enfoco mi mirada en el vidrio del auto, pequeñas gotas de lluvia se deslizan sin preocupación a desvanecerse y por un momento deseo ser una de ellas. Los edificios pasan con rapidez y aun así no logro reconocer a ninguno de ellos, esto no es argentina. El pánico se apodera de mi ser y pienso en las miles de posibilidades que hay en donde podría estar, sin pensarlo mucho me levanto del asiento de manera abrupta, y una punzada me hace volver a mi lugar anterior. 

La parte baja del vientre me duele al mas mínimo movimiento hecho y me quejo, duele al igual que dolió el día que abuso de mi. ¿Podría ser que lo hizo después de meter droga en mi sistema? Mi ser abatido se culpa en silencio, mientras lo odio por ser tan basura. Un bastardo completo, sin misericordia y bondad.

El carro se detiene y vuelvo mi mirada a el vidrio para observar un gran jardín con varias flores, un poco distorsionadas por el agua. La puerta de lado izquierdo se abre y unos pantalones de tela negra se miran a la vista, debe ser el conductor. Sin mencionar palabra alguna bajo del auto, el conductor sostiene un paraguas que me refugia de la lluvia mientras caminamos.

No se donde estoy pero sin duda alguna es hermoso, el jardín es amplio, varias estatuas de mármol con enredaderas en un verde brillante se miran alrededor. La morada es de un solo piso pero, por lo que se ve super grande. Entramos por una puerta de madera café oscuro dejando atrás el paraguas empapado en agua. Una mujer con un uniforme un poco parecido a las de la sirvientas en Argentina me espera en la puerta, cuando me mira me hace seña para que la siga. Obedezco su petición y el conductor se queda en la entrada.

El diseño de interior es totalmente distinto a el anterior, un diseño hogareño y rustico decora la casa por dentro con pisos de madera, laminas de vidrio en varios lugares dando un concepto abierto y ambientado a la naturaleza. Caminamos por un pasillo con una lamina de vidrio como techo y paredes, me deja ver una amplia piscina rodeada de sillas y mesas de plástico. Seguimos caminando por pasillos hasta llegar a uno con una sola puerta al fondo.

La sirvienta sigue caminando y la sigo, abre la puerta y una sala mas amplia a la de mi habitación anterior se alza a la vista. Tonos cafés y verdes de todos los colores se hacen presente, hay una chimenea y un gran sofá que se dobla en forma de sonrisa y un grueso tapete café. Preciosas lamparas cuelgan de las paredes emitiendo una luz suave en color amarillo. Cortinas blancas cubren las ventanas y una puerta corrediza de vidrio deja a la vista una hermosa pergola. 

—Por aquí, por favor—pide la sirvienta caminando hacia una puerta.

Cuando cruzamos por el marco, una hermosa habitación con diseño hogareño se hace presente. Una amplia cama enfundada con una sabana color verde oscuro me hace querer tirarme sobre ella para descansar. En una esquina de la habitación una estantería de libros con un escritorio enfrente de madera. Al lado derecho hay un arco y al otro lado el armario, supongo.

—¿Necesita algo, señorita?—la sirvienta pronuncia emocionada.

—¿Donde estoy?—mi pregunta la toma por sorpresa y borra su sonrisa por completo.

—En... En Brasil—dice en tono bajo.

¿Brasil? Me corazón late con prisa y mi respiración se vuelve inestable. La chica me mira preocupada y exclama:

—¡¿Se encuentra bien, señorita?!—dice mientras se acerca y toma mi codo en modo de apoyo. No logro pronunciar palabra alguna así que solo asiento, la chica todavía preocupada me lleva a la cama para sentarme.

—Señorita,voy a traerle un poco de agua, usted quédese aquí que pronto volveré—la chica hace una reverencia y se retira con prisa.

Mi mirada se enfoca en un solo punto, ahora no podre escapar. Si antes era difícil escapar, ahora es imposible. Brasil, ¿como se supone que escape de este lugar? No conozco el lenguaje, no conozco a nadie, no tengo familia que me busque y mucho menos conozco el lugar. ¿Es que, nunca podre escapar de este hombre?

Tomo mi cabello desde raíz y lo jalo con fuerza, frustrada y desesperada sintiendo a mi poca esperanza desaparecer en la nada.

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¡Ultimo capitulo de esta semana! Mañana es viernes y el cuerpo lo sabe :)

Esperen ansiosos el capitulo que publicare el lunes, adiós amorzhitos.

Clai♠

An Innocent Sin [Original]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora