An Innocent Sin [Original]

35. Mision encubierta 1/2

Selena Hadrick.

Camino por el jardín con sumo cuidado. Me oculto detrás de un arbusto, evitando las cámaras ubicadas en lugares estratégicos por cada esquina de la mansión. Cuento hasta quince en voz baja y cuando termino cruzo rápidamente hasta otro arbusto.

Para lograr formar un plan lo suficientemente bueno, tuve que descubrir cuanto tardaban las cámaras en girar de un lado a otro y memorizar en que días trabajan cada uno de los sirvientes. Eso incluye a los que trabajan en el jardín y los de la mansión.

Vuelvo a contar y repito el mismo movimiento tres veces mas hasta posicionarme bajo la ventana de su oficina en el segundo piso. Observo el reloj en mi muñeca, contado el tiempo restante antes de que pase el sirviente con el té para la madrastra de Darien. Pasados los cinco minutos, verifico el jardín y cuando estoy de segura de que no hay nadie me quito los tacones para empezar a escalar.

El tubo blanco, ancho y grueso, que no tengo ni idea de como se llama es perfecto para subir hasta el segundo piso. Cual ladrón profesional entro por la ventana que, anteriormente había dejado abierta. Trotando por el pasillo llego de prisa hasta la puerta de la oficina y sin mucho rodeo, abro la puerta.

Aun con todo lo que paso en estos últimos días me asegure de el horario de Darien. Es debido a ello que se que no aparecerá hasta pasadas de las tres de la tarde. Comienzo a revisar la habitación con la vista, analizando todos los lugares posibles en los que esos documentos podrían estar. Siendo estos tan importantes seguro, no sera tan fácil encontrarlos. Tomo una respiración profunda antes de ponerme en acción. Reviso los cajones del enorme escritorio y busco compartimentos secretos como en las películas de acción, pero aun así no encuentro nada.

Busco en los estantes en los lados de la habitación y muevo todo tipo de jarrones caros y lujosos con la esperanza de activar algún mecanismo. La decepción llega nuevamente a mi cuando nada pasa y ya no se donde buscar. Estiro mis brazos y hago movimientos con la cadera rotando hacia los lados, la espalda me duele y ni siquiera se porque. Veo la hora en mi reloj, asegurándome de que todavía tenga tiempo. Decido a sentarme en el asiento de cuero negro enfrente del escritorio, al verificar que en una hora Darien volverá.

Vuelvo a pensar en donde podría estar pero no se me ocurre nada. Paso el dorso de mi mano por mi frente en un acto de desesperación. ¿Donde carajos puso esos documentos? Si no molesta estando presente, molesta no estando presente. Como una niña haciendo berrinche por un dulce me levanto y con fuerza pateo el escritorio, haciendo que un clic se escuche. Me paro en seco y dirijo mi mirada de manera instintiva a el lugar del que provino el sonido.

Una pequeña compuerta de lado derecho, del mismo color del escritorio esta abierta. Me agacho rápidamente y como si fuera lo mas hermoso del mundo, lo observo.

Es una caja fuerte. Y una muy pequeña.

En silencio celebro que haya sido capaz de encontrarla y agradezco el ser tan impaciente para haber hecho una rabieta. Porque de no haber sido por esa patada no habría encontrado esa pequeña compuerta, imposible de detectar debido a las lineas del mismo escritorio. Sin embargo, al igual que los cortos momentos felices que he pasado aquí este termina rápido.

¿Como rayos abro esta mierda?

La pregunta se repite en mi cabeza una y otra vez. ¿Que es lo mas preciado para ese idiota? Por un momento pienso en su empresa, pero no creo que haya puesto eso como su contraseña. Ademas de no saber cual es el nombre de esta. Pienso en mi nombre o en algo que tenga que ver conmigo, pero algo me detiene.

¿Pondrías tu obsesión de contraseña para algo tan importante en una caja fuerte?

En realidad no creo que Darien no sea capaz de hacerlo, pero algo me dice que debe ser algo muy especial para él.

Mi mente recorre cada uno de los recuerdos que tengo con Darien, en busca de algo útil pero nada. Y desde que conozco a Darien hasta ahora, me lamento por no saber nada de su pasado mas que tiene una madrastra.

Intento buscar alrededor algún tipo de indice pero no es de mucha ayuda, ya que no hay ningún retrato. La poca felicidad que me quedaba ahora se fue por completo. Con mi mirada busco alrededor, con la esperanza de encontrar algo útil y luego algo se viene a mi mente con rapidez.

¡El cajón del escritorio! Mientras revisaba pude ver un cuadro y un pequeño cuaderno.

Con velocidad luz busco en el cajón y al fondo de este, los encuentro.

《Gracias a DIOS》,pienso mientras lo tomo entre mis manos temblorosas. El pequeño cuaderno tiene una cubierta café, que esta arrugada y parece vieja.
Las paginas huelen a viejo y las paginas están amarillas por el tiempo.

Siento como un balde con agua fría me cayera encima cuando me doy cuenta de que esta en otro idioma. Y ni siquiera se que idioma es.

Mi pulso se acelera por el miedo. Ya no hay mas tiempo. Pero aun así me niego a perder la poca esperanza que me queda. Esperando encontrar algo comienzo a revisar todas las paginas. ¿Quien sabe? Tal vez, encuentre alguna pagina en español, algún fragmento o algo.

Ojeo con cuidado cada una de ellas, pero todo esta en el mismo idioma. Excepto por un nombre. Uno que se encuentra en cada una de las paginas.

-¿Margaret?-pronuncio el nombre para mi misma.

¿Quien es?

Mi mirada se dirige automáticamente a la foto del cuadro. En ella hay una mujer de cabello azabache y ojos verdes. Un niño yace sobre sus piernas, abrazándola del cuello con una gran sonrisa. Recorro con mi vista cada centímetro de la foto, para luego notar algo extraño. Parece haber algo escrito en la parte superior...

Con cuidado retiro la foto del cuadro para tener una mejor vista, hay unos numero en la parte superior.

08-04.

Mi mente divaga por un segundo, hasta que el pequeño reloj empieza a sonar en mi muñeca. El tiempo termino. Un escalofrió recorre mi cuerpo mientras me acerco nuevamente a la caja fuerte. No puedo irme sin siquiera intentarlo, debo tomar esos documentos. Mis manos tiemblan de manera demasiado fuerte mientras intento escribir los numero en la pequeña pantalla.

Mientras lo hago considero la posibilidad de que me equivoque, sin embargo le quito importancia y introduzco los números. Otro clic se escucha, pero esta vez el sonido proviene de la caja. Se abrió. Esta abierta. La emoción me invade y sin tardar mucho tomo todos los papales dentro de ella. Son muchos y no se si aquí vayan los que ocupo pero no hay tiempo para buscarlos.

Me incorporo con los papeles en mano y con paso rápido me acerco a la ventana. Cuando estoy a punto de sacar un pie, escucho varios pasos por el pasillo acompañados de voces. Son las sirvientas. Las que están encargadas de limpiar la oficina de Darien.

Mi corazón da un vuelco, mientras pienso que este es el final...

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¡Hola mis amadisimos lectores!

Feliz año nuevo!!!!!

Cuanto me alegro de volver a publicar. De verdad que extrañe estar por aquí, escribiendo y leyendo comentarios. ;(

Estoy muy feliz de poder escribir esto para ustedes, espero (como siempre) disfruten y me dejen sus opiniones.

Agradezco el apoyo grandemente,

Bezhos a todos.

Clai♠