Selena Hadrick.
— ¿Karla? — el nombre sale de mis labios automáticamente, sin embargo aún no lo creo.
¿Cómo podría estar Karla aquí? ¿Acaso no estaba en la mansión? ¿Y Elián? ¿Seguira en la casa de Darien?
Mi mente intenta comprender que esta pasando pero no logro comprender nada de esto en absoluto.
— ¿Qué haces aquí? — es lo único que se me ocurre preguntar.
Karla me da una sonrisa ladina mientras camina hasta colocarse frente a mi, — Adolfo me trajo aquí, con él.
Sus palabras me dejan atónita y parece que no soy capaz de comprender lo que acaba de salir de su boca. Parpadeo varias veces como estúpida, intentando asimilar lo que dijo.
— ¿Entonces, me estas diciendo que Adolfo, invadio el territorio de Darien que esta completamente lleno de hombres armados con portones electrificados entre muchas otras cosas. Solo para sacar a los dos de ese lugar? Por que asumo que también se llevaron a Elián, ¿verdad? — mi voz suena más incrédula de lo que hubiera deseado.
Karla parpadea varias veces mientras frunce el ceño, — Asi es.
Asiento lentamente en señal de respuesta. Karla toma mi mano derecha con fuerza mientras tira de ella para que avance.
— Vamos, sera mejor que nos apresuremos de lo contrario Darien nos encontrará.
— De acuerdo.
Retomamos el escapo y de manera rápida pero silenciosa avanzamos a través de los pasillos desolados. Karla en ningún momento suelta mi mano y yo no lo intento hacer. Su respiración es calmada y parece muy fresca, tampoco la miro sudar.
— ¿Acaso Adolfo ya sabía donde estaba? — cuestiono en un hilo de voz.
Karla no se detiene y tampoco me voltea a ver cuando responde, — No. Me tomo bastante tiempo encontrarte.
Una punzada atraviesa mi pecho y me paro un segundo para recuperarme mientras mi cabeza piensa en una sola cosa: esta mintiendo. Cierro mi mano en un puño con la intención de calmarme un poco.
No puedo llegar a conclusiones demasiado rápido. Debo pensar en otra cosa. Mi cabeza revoluciona a mil por hora y al mismo tiempo, me pregunto si mi confianza en ella es tan poca como para dudar al primer indicio. Siento que no logro entender lo que esta pasando mientras intento convencerme de que Karla jamás me daría la espalda.
¿Verdad?
— Ya estamos cerca — Karla anuncia mientras me observa por el rabillo del ojo. Eso basta para sacarme de mi ensimismamiento.
Una sonrisa forzada aparece en mis labios antes de abrir mi boca, — ¿Lograste memorizar el camino de regreso?
— Claro. ¿Como no voy a memorizar el camino si acabo de recorrerlo? — comenta con confidencia.
No respondo. Y los siguientes minutos los caminamos en silencio. A medida avanzamos pense que nos encontraríamos con más de alguna persona. No se, tal vez uno de esos hombres armados o una sirvienta intentando escapar; sin embargo, ninguna alma en pena se digno a aparecer frente a nosotros.
No es que deseará que nos matarán, ni nada por el estilo pero al estar todo tan tranquilo y desolado, no es normal. Detengo el paso y el agarre en mi mano por parte de Karla se suelta.
— ¿Qué pasa, Selena?
La observo con detenimiento mientras frunzo el ceño. Su frente esta seca, al igual que en todos los lugares que se muy bien suele sudar. Su cabello esta en perfecto orden; sin embargo su respiración es un completo caos.
— ¿Qué estás ocultando, Karla?
— musito en voz baja.Karla suelta una risita pequeña y cierra sus manos en puños.
— ¿De que hablas? ¿Qué podría posiblemente ocultarte yo? — cuestiona para luego dar un paso en mi dirección.
Doy un paso atrás y levanto mi mano derecha, para hacer un ademán, — Hablo de esto. De todo esto.
Se que entiende pero prefiere no decirlo.
— Sigo sin entender — comenta mientras apoya la espalda en la pared. Pasa su mano por su cabello nuevamente y es lo único que necesito para saber que esta nerviosa.
— Karla, ¿acaso no soy alguien confiable? — mi voz sale más débil y suave de lo que esperaba.
Karla se incorpora para acercarse a mi. No me aparto y permito su cercanía. Toma mis manos con las suyas y me presiona levemente. Están frías, suaves y temblando.
Un ligero sollozo se escapa de sus labios antes de acercarse a mi oído y susurrar por lo bajo:
— No tengo otra opción. No tienes otra opción. No tenemos otra opción.
Siento mi sangre helarse de manera espontánea y mi corazón detenerse para reanudar su curso aún más rápido que antes.
— ¿Qué esta pasando? — musito en el mismo tono que ella.
Una lágrima se desliza por su mejilla, — Darien tiene a Elián, y la única manera de salvarlo es llevarte a ti, frente a él.
Silencio. No digo nada porque ahora todo tiene sentido. ¿Cómo podría Adolfo haber salvado a Elián y Karla en esa fortaleza de Darien? ¿Por qué ya no se escuchaba el sonido de las pistolas? ¿Por qué no nos habíamos cruzado con ninguna persona? La respuesta a todo esto es la misma; Darien.
De repente una risa se escapa de mis labios, cuando me doy cuenta de que por primera vez tengo la respuesta a la mayoría de mis preguntas.
— Selena, ¿estas bien? — Karla me mira con preocupación.
Mi risa cesa y la observo con dulzura, — No te preocupes, no me volveré demente.
"Al menos no hasta que mate a ese idiota", pensé sin embargo no lo dije.
— Ahora, ¿qué hacemos? — un profundo y desesperado suspiro sale de los labios de mi amiga.
— Simplemente hagamos lo que él te pidió. Llévame a él.
— Pero...
— Esta bien, primero tenemos que salvar a Elián.
Karla asiente a regañadientes. Esta vez soy yo quien toma su mano y la presionó ligeramente, para luego empezar a caminar a la boca del lobo. Sin embargo ni siquiera habíamos dado dos pasos cuando algo nos detuvo.
Mi corazón se detuvo por unos segundos para luego empezar abruptamente, mis piernas comienzan a temblar como si fueran de gelatina y mi respiración es un desastre total.
— Asi que aquí estabas, amor mío.
*******
Lamento la tardanza ; (
Estos días no había internet y por lo tanto no podía subir capítulos. De verdad lo siento. En esta semana se publicarán los últimos 3 capitulos, no se cuando exactamente pero estén atentos que se acerca el final.Los quiere,
Clai♠
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An Innocent Sin [Original]
غموض / إثارةPerturbado y loco, con un terrible temperamento y sin paciencia. Morris dice amarme pero, yo no lo creo. Todos los días exige lo mismo. Todos los días respondo con lo obvio. Deseoso de afecto me pide darle lo que nunca obtendrá ni en sus sueños. Y...