Selena Hardrick.
Aun sigo viva, al menos por el momento. Observo el techo con atención mientras escucho la respiración de Elián a mi lado. De alguna manera me tranquiliza y me ayuda a pensar en lo siguiente que debo de hacer. Cosa que detesto pensar pero no hay mas que solución que hacerlo. Siento como Elián se mueve ligeramente y dirijo mi mirada hacia su pequeño cuerpo. Esta durmiendo de lado, tiene la cobija en sus pies y esta babeando. Aprieto mis labios con fuerza, reteniendo la risa. Alzo mi mano con cuidado, hasta alcanzar la cobija y colocarla apropiadamente sobre él.
Mi dulce niño. No se en que pozo estaría de no ser por su existencia. Me acerco cuidadosamente a él y de la manera más delicada posible deposito un beso en su frente. Luego me levanto y me acomodo en mi lugar. Será mejor que duerma algo, de lo contrario mañana no podré pensar con claridad.
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Cinco días. Han sido cinco días desde la última vez que hable con Darien.
¿Qué por que llevo la cuenta?
Porque nunca logra aguantar mas de seis o siete días sin estar molestando me mas de lo que ya lo hace con respirar. Me remuevo incómoda en la silla y con intenciones de irme, me levanto.
No ha habido ninguna noticia de parte de Adolfo. Al menos no una buena para mi. Es muy posible que haya decidido romper el trato, después de todo ya tiene lo que el necesita. Porque yo se lo di. Lo supe desde el principio, por ello nunca confié en él. Simplemente hice uso de él para mi propio beneficio e interés.
Un dulce aroma se siente en el aire mientras este sopla suavemente. Es el aroma de las azucenas blancas. Instintivamente mis pies se detienen y mi mirada se dirige al pequeño jardín de las azucenas blancas. Una lágrima desciende por mi mejilla y creo que estoy a punto de estallar en llanto. Presiono mis labios con fuerza y rápidamente limpio todo rastro de lágrimas.
— Me he vuelto una llorona, hermana. — susurro para mi misma, antes de seguir mi camino.
Recorro el laberinto de pasillos absorta en mis pensamientos, cuando choco contra algo firme y grande. Mi trasero choca con el suelo y sin poder evitarlo un gemido de dolor deja mis labios. Levanto mi mirada con el ceño fruncido hacia lo que sea haya chocado. Mi sorpresa al ver el rostro de Darien (estoy segura) es mas que evidente. Frente a mi yace un Darien en un traje completamente elegante, su cabello peinado y con una fuerte y seductora losion sobre él.
Su mirada no se mueve en ningún momento de mi y siento que puede ver a través de mi.
— ¿No piensas levantarte del suelo? — su pregunta me saca de mis pensamientos y me doy cuenta de algo distinto.
Su tono. Su tono es más frío y cruel que antes. ¿Se habrá cansando de mis berrinches?
Me levanto con rapidez e intento fingir indiferencia, — no hay necesidad de preguntar algo tan obvio, Darien.
Sus ojos me revisan con cuidado de pies a cabeza, antes de enfocarse en mis ojos nuevamente.
— Hermosa como siempre — comenta mientras me toma de la cintura, atrayendo me hacia él.
Me remuevo incomoda por su tacto, pero este me sujeta con mas fuerza. — Suéltame, Darien.
Sus ojos oscuros y profundos me observan con deseo, mientras un escalofrió recorre mi espalda entera. ¡Este idiota!...
— Me temo que no podre hacer lo que me pides, mi amada — comenta, tomándome de las piernas para luego colocarme en su espalda, como si fuera un saco de papas.
— ¡Bájame en este instante, Darien! — exclamo mientras lo golpeó en la espalda con toda la fuerza que pueda tener.
¿Qué le paso a este lunático? ¿Porqué de repente no me escucha? ¿Se habrá dado cuenta de su propia actitud de perro? Una lluvia de preguntas empieza a formularse en mi cabeza, pero ninguna con respuesta.
Mi corazón late, desconsolado y lleno de miedo. El pánico me invade y empiezo a moverme como una maniática. Sacudo mis piernas con fuerza, al igual que lo golpeo en la espalda pero no logró nada. ¿Cómo puede ser tan fuerte? Sin rendirme, sigo con mis rabietas hasta que llegamos a una habitación. A su habitación.
Escucho como cierra la puerta con seguro y estoy segura de que esta a punto de darme un ataque al corazón. En mi estado de pánico total, optó por morderlo en el hombro con toda la fuerza que poseo y enseguida me doy cuenta de mi error. Me toma de la cintura con fuerza para aventarme sobre la cama. Mi cuerpo se queja, y no me sorprende que lo haga. Ni siquiera se como no termine quebrada, ya que mis brazos están justo detrás de mi espalda y mi cuello esta en un ángulo peligroso y doloroso.
Me levanto con cuidado, mientras retrocedo hacia atrás. Mi captor se acerca hacia mi, cual bestia cazando su próxima víctima. Me toma del tobillo y me jala hacia él, provocando que quede justo debajo de él. De un tirón rompe mi blusa, dejándome en puro brassier. Un grito escapa de mis labios debido a la sorpresa y comienzo a forcejear con la bestia.
Sujeta con fuerza mis muñecas con una sola mano y con la otra me pega una bofetada. Siento que el mundo da vueltas y de repente, siento ganas de vomitar. Varias arcadas salen de mi garganta y es cuando empiezo a ver todo borroso hasta sumergirme en una oscura profundidad...
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¡Aquí el cap! ¿Qué creen que tenga Serena?
Lo sabremos en el próximo capítulo,
Clai♠
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An Innocent Sin [Original]
Mystery / ThrillerPerturbado y loco, con un terrible temperamento y sin paciencia. Morris dice amarme pero, yo no lo creo. Todos los días exige lo mismo. Todos los días respondo con lo obvio. Deseoso de afecto me pide darle lo que nunca obtendrá ni en sus sueños. Y...