Capítulo 33

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Ethan

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Ethan.

El celular vibró con un mensaje, y al leer el remitente; mis cejas se levantaron con sorpresa.
El nombre de Liam se iluminaba en la pantalla junto con el resto del texto.

Pedía que nos viéramos en el mismo lugar en el que nos reuníamos cuando salíamos de entrenamientos. Sabía que el mensaje era una ofrenda de paz: mi mejor amigo había vuelto y no pensaba rechazarlo por nada en el jodido mundo.

Confirmé la reunión y texteé a mi novia para saber si necesitaba algo. Su respuesta no llegó, por lo que subí a mi auto y fui hasta la pequeña cafetería cerca al Instituto.

Liam ya me esperaba con un café en la mesa para él.

—Hey.—Saludó, y yo palmeteé su hombro en respuesta antes de sentarme.

—¿Ya pediste algo para mí?—Le sonreí, sin poder evitar notar sus pronunciadas ojeras.

—Ya deben estar por  traerte  tu jodido capuchino.—Se encogió de hombros.—Ya saben que siempre pides lo mismo.

Asentí, después de una larga jornada de entrenamiento; no había nada mejor que un capuchino para relajarme. Liam pedía un helado doble.

—He terminado todo con Danna.—Soltó mi amigo en el momento en que la mesera se retiraba. Negó con la cabeza como si le pesaran los pensamientos.—Es más jodido de lo que creí que sería. Ella es... Importante.

Guardé silencio unos segundos, relamiendo la espumosa leche de mi bebida.

—Estas enamorado hasta la médula, es normal que sea difícil.

—No quiero seguir así.—Murmuró con la voz tensa.—Me cansé de ser el eterno amigo que nunca es suficiente para ella.—Apretó sus nudillos.—Me cansé de traicionar a las personas que me importan.—Sus ojos conectaron con los mios.— Lo que te hice estuvo mal,y no debías perdonarme pero lo hiciste y te lo agradezco. También arruiné las cosas con Candace.

—No tengo quejas por eso.—Respondí,  dándole otro trago a mi capuchino.

Liam me dio una sonrisa compugnida.

—Lo sé. Me alegro de que estén funcionando.

—Gracias. A veces creo que todo es un sueño. Ella es mi mejor amiga y mi novia; no podría ser más perfecta.

—Te tengo envidia de la buena.—Pasó una mano por su cabello, y considerando lo despeinado que lo tenía; era obvio que llevaba un buen rato repitiendo la acción.—Para mí no resultó bien eso de enamorarme de mi mejor amiga.

—Danna no es una mala persona; solo necesita salir de su zona oscura.—Fue mi turno de levantar los hombros.—Siempre que la veo contigo parece una mejor versión de sí misma.

Mi amigo soltó un suspiro.

—No va a funcionar; ella no quiere  nada conmigo, pero tampoco acepta que este con alguien más.

Ni Te Quería TantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora