—Quisiera que me mirarás a mí de la forma en la que lo miras a él.—Su voz fue un susurro pero escuché cada palabra.—Date cuenta: aquí estoy yo.Liam dejó su frente recargada sobre la mía, mientras mantenía sus ojos cerrados.
Realmente me sentí miserable. No sabía cuán profundos eran sus sentimientos hacia mí, pero sí tenía claro que no estaba lista para corresponder a ellos; para ver más allá de los míos.—Lo siento.—Fue lo único que atiné a decir. Él suspiró pesadamente, y bajó uno de sus brazos; dejando espacio para que escapara de su presa.
—Ve a hablar con él.—Abrió los ojos, y estos estaban velados de demasiadas emociones. Eran los más profundos que había visto.—Necesitas darte cuenta tú misma. Cuando eso suceda, yo voy a estar esperándote; no importa cuánto nos tome, Candace.
No comprendí a lo que se refería, pero me alejé y lo cuando salí él aún estaba recargado contra los casilleros.
El corazón me latía a un ritmo desbocado. ¿Desde cuándo Liam sabía de mis sentimientos por Ethan?
Dios. Él tenía razón: Ethan no me quería de la manera que necesitaba.
No entré a las siguientes dos horas de clase, debía tomarme un momento para comprender lo que había sucedido:
>Besé a Ethan: dejando ir con ello años de frustración.
>Él no me rechazó.
>Liam nos vio.
>Por alguna extraña razón; los único que quedó impreso en mi mente fue la mirada de decepción que recibí por parte del chico de ojos castaños.
>Y bueno, recibí más besos en esas últimas semanas que los que me habían dado en todo el resto de mi vida. No es que fuera un dato importante, pero sí que era curioso.
Todo esto me dejaba con un par de opciones, pero antes de ponerlas en práctica necesitaba hablar con el bastardo.
Busqué de nuevo en la cafetería cuando el segundo receso comenzó, ignoré los mensajes de Emma y Mike. No estaba ahí, ni tampoco en la biblioteca o en el campo de entrenamiento; entonces recordé el lugar que frecuentabamos cuando éramos realmente amigos; y fui allá.Era un sitio en la parte trasera del edificio, donde un nacimiento de enredaderas silvestres escalaban sobre dos grandes vigas de concreto, dejando una pequeña sombra en medio de las dos paredes. Él estaba ahí recostado, con la cabeza echada hacia atrás mientras tenía lo ojos cerrados.
Creo que me escuchó llegar, porque enseguida su mirada contactó con la mía.
—Go...Candace. —Dijo.
Los nervios estaban carcomiendo mis entrañas. Di un par de pasos vacilantes con la intención de acercarme.
—¿Estas ocupado? —Metí mis manos sudorosas en los bolsillos traseros de mis vaqueros.
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Ni Te Quería Tanto
Novela JuvenilEN CORRECCIÓN. El chico que me gusta me ha confesado que esta enamorado de mi mejor amiga.... Esto va a estar jodido. •~•~• Mientras él me hablaba de lo profundamente enamorado que estaba de Emma, un agudo dolor atravesó mi pecho. En ese momento no...