La sonrisa se borró de mi cara, cuando vi al bastardo recostado sobre el capó de mi auto.
¿Por qué seguía aquí? Las clases habían acabado hacía más de una hora, y deba por sentado que cuando pasarán unos minutos y viera que yo no aparecía, desistiría de querer hablar conmigo y se iría a hacer cosas que hacían los chicos populares al salir del instituto.
Soltando un suspiro lleno de resignación, caminé hasta él, con las manos metidas en mi chaqueta de mezclilla.
Alzó su mirada del celular cuando me escuchó llegar, y me dio una sonrisa que no tocó sus ojos.—Debiste haberme dicho que estabas en castigada, Gomigoma.—Dijo, guardando su celular en el bolsillo delantero de sus vaqueros.—No sabía que tenías auto.—Palpo el brillante metal para darle fuerza a sus palabras.
No sabía por qué, pero me resultaba incómodo escucharlo hablarme. Bueno, sí lo sabía pero no estaba dispuesta a admitirlo.
—Sí, bueno: yo me voy.—Rodeé mi auto, hasta llegar a la puerta del conductor, pero no fui consiente de cuando Ethan se movió; y sin darme cuenta me arrebató las llaves antes de que logrará abrirla.
—No pensarás dejarme aquí botado, ¿verdad, Gomi?—Hizo bailar el llavero en sus dedo, y señaló hacía la calle con la cabeza.—Le di mi auto a un amigo, así que tendrás que llevarme.
—¿Podrías darme mis jodidas llaves? —Intenté arrebartarselas, pero las levantó por sobre su cabeza.
—No has crecido nada. —Agregó, frunciendo el ceño; como si admitir tal cosa le resultará realmente impactante.
—No es mi culpa que seas una jodidas jirafa. —Crucé los brazos sobre mi pecho.
Mi paciencia estaba en su limite, y tenía hambre: lo que me hacía cien veces más peligrosa.
Estiré mi mano, y le agarré por el cuello de su camisa. Su hermoso rostro de bastardo quedó a unos centímetros del mío, cuando se vio súbitamente jalado hacia abajo.—Mira, Thornner. Te diré algo y espero que me escuches bien.—Lo miré directamente a los ojos, y esperaba que la mirada que le estaba dando fuese lo más amenazadora posible.—Empezaste a ignorarme desde hace más de dos años, cualquier rastro de amistad que había entre nosotros se ha ido. Vuelve a ser el mismo muñeco superficial y a mí déjame en paz. —Lo empujé hacia atrás cuando terminé.
Por un segundo, su rostro fue una hoja en blanco, pero en sus ojos vi un destello de lo que me pareció tristeza. Mi corazón dio un vuelco, pero me negué a pensar en ello en ese momento.
No cedería ante Ethan otra vez.—Vaya, Gomi... —Se detuvo antes de terminar, y se pasó la mano por la nuca; pareciendo realmente incómodo. —Candace, no pensé que aún estuvieras enojada por... eso.
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Ni Te Quería Tanto
JugendliteraturEN CORRECCIÓN. El chico que me gusta me ha confesado que esta enamorado de mi mejor amiga.... Esto va a estar jodido. •~•~• Mientras él me hablaba de lo profundamente enamorado que estaba de Emma, un agudo dolor atravesó mi pecho. En ese momento no...