Las semanas pasaron a gran velocidad. En un abrir y cerrar de ojos y sin darme cuenta, ya me encontraba a un día de rendir para ser admitida en la UCLA, y Sophie debía presentarse con su portafolios ante una muy buena agencia para modelos. Una semana antes, a espaldas de Marco, la acompañé a una sesión de fotos con uno de los mejores fotógrafos de Los Ángeles, y como era de esperarse ella salió perfectamente en todas y cada una de ellas. Si no la llegan a contratar, es porque en realidad esa gente definitivamente carece de buen gusto. Pero aún queda una sola cosa por hacer...
- ¡Estoy entusiasmado! -Exclamó Marco al llegar a casa, interrumpiendo mi sencilla cena de comida rápida, y la vegetariana comida china de Soso entregada en casa.- Estoy perfectamente seguro de que ambas serán admitidas allí. ¿Cómo no hacerlo? Son mis hermanas, y poseen la misma sangre erudita y determinada. Además, puedo ver en sus ojos el agotamiento, señal de vuestro gran esfuerzo y estudio intensivo y constante.
Tomó mi rostro entre sus manos y me dio un beso en la cabeza; luego repitió lo mismo en Sophie, y tomó un par de rebanadas de mi pizza tamaño familiar junto con una vaso de jugo de naranja natural para encerrarse en su estudio.
Elevé la mirada, y vi que Sophie acababa de entrar en un estado de trance. Tenía la mirada perdida en su plato de con fideos de arroz, tofu y vegetales, y poco a poco su rostro se tornaba de un extraño color verde como si la comida le hubiese caído más; pero era algo más, algo temible...
- Hablaré con él antes, así que estate atenta. - Le advertí, y ella simplemente se limitó a asentir y tragar saliva con fuerza.- Forse!
Dándole una última mordida a mi porción de pizza de queso, sacudí las manos y me dirigí sin titubear al estudio de Marco para hablar con él. Sé muy bien lo que le voy a decir, pero antes quiero asegurarme de que mantenga su muy buen humor... Dios me ayude.
Toqué una sola vez a su puerta, y oí su voz al otro lado de ella dándome el sí para poder entrar. Él se encontraba sentado detrás de su escritorio con muchos libros abiertos, ocupando todo espacio disponible. A pesar de que seguramente debería estar terriblemente estresado por tener que prepararse tanto para sus últimos exámenes, él no podía dejar de sonreír con entusiasmo evidente, y cantando La Donna e mobile.
- No sabes lo entusiasmado que estoy de que tu vayas a estudiar conmigo en la UCLA. - Expresó antes de que yo dijera nada, y sonreí ampliamente por eso.- Es momento de demostrar al mundo que nosotros no necesitamos del dinero de nuestras familias para llegar alguien. Tú se los demostrarás... Y, claro, Sophie también. - Hizo un ademán sin darle demasiada importancia, porque él aún piensa que Soso rendirá para ser aceptada por La Escuela de Arte y eso no requiere demasiado esfuerzo. Memorizar la historia del arte y demás no se puede comparar con el estudio de la química y la física, porque estas requieren mucho razonamiento exacto para los cálculos y demás.
- Yo también me siento un tanto ansiosa por eso, y estoy bastante segura de que me aceptarán.
- ¡Claro que te aceptarán! Eres excepcional. Mi única hermana con la cual comparto el amor y el deseo por saber. Sophie también es inteligente; y a pesar de que ella no comparte ese deseo, sé que también está dispuesta a hacerse notar de alguna forma.
- ¡Por supuesto! Siempre he pensado que Sophie pertenece al mundo artístico, y lo mejor que se te pudo haber ocurrido fue proponerle estudiar una carrera que le enseñe a conocer, dominar, y formar parte de ese mundo.
- Estamos totalmente de acuerdo en ello.
- Aún que... ¿No se te ha ocurrido hablar con ella al respecto? Me refiero a que... ¿No has pensado en hablar con ella a solas y escuchar qué es lo que más le gusta de todo esto?
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Arte etéreo
RomanceQuizás ella no sea la típica chica nerd que se enamora del más sexy del instituto; o la "don nadie" que de un día para otro se convierte el en centro del universo; o el pobre patito feo que al quitarse sus gruesos lentes de aumento se convierte en u...