Último capítulo

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Narra jude.


Cada día era un martirio para mí. No solía beber, pero lo único que me ayudaba a sobrellevar la situación era perder el conocimiento al anochecer.

Cada cuadro, cada dibujo, cada pintura que elaboraba eran una total basura porque mi inspiración se había esfumado. Lo único que tenía en mi mente era ella. Desde el primer día que la vi no he podido pensar en nada ni nadie más, y no es una obsesión. Si realmente fuera una obsesión yo no sentiría que mi vida no tiene ningún sentido si ella no está a mi lado.

¡Me estaba volviendo loco! Demente, a decir verdad. Pero no podía volver por ella a buscarla porque pensé que definitivamente yo no era importante para ella. Fui un verdadero estúpido.

Cuando la oí decir aquello respecto a todo lo que tuvo que soportar desde aquel día... De solo pensar que pude haberla perdido definitivamente, sentí un dolor incomparable; un tipo de dolor que te destruye por completo internamente. Podría soportar que ella haya decidido compartir su vida con alguien más siempre y cuando esa persona la haga feliz, como yo no pude; pero abandonar definitivamente este mundo... habría sido el peor infierno para mí.

No me imagino este mundo sin su sonrisa; su elegante apariencia tan impactante que cada vez que entra en un salón te ilumina el alma; su melodiosa voz que enloquece todos mis sentidos cada vez que la escucho hablar con ese precioso acento italiano tan... Todo en ella es único en su totalidad. No existe comparación.

Cuando finalmente la besé después de tanto tiempo, definitivamente comprobé que lo único que necesitaría en mi vida para ser completamente feliz es a ella. Besarla fue como respirar aire puro por primera vez después de un largo tiempo, durante el cual estuve ahogado con el asqueroso y maligno humo que me destruía por dentro; la pena y el dolor, producto de su ausencia.

Yo le hice una promesa una vez, y esa noche finalmente tuve la oportunidad de cumplirla. Nos entregamos mutuamente, y fue lo más hermoso que podríamos haber hecho. Quizás yo no sea un experto en eso por no haberlo hecho antes, pero no me importó. Para hacer el amor, es necesario sentirlo profundamente; y vaya que los dos lo sentimos...

Cada minuto, cada segundo, cada milésima valió por completo la pena.

A la mañana siguiente desperté antes que ella. Y al verla dormir tan calmadamente con su precioso rostro angelical ante mí, no pude evitar permanecer allí para admirar su natural belleza. Debería levantarme y para comenzar a alistarme rápidamente, salir e ir a la galería nuevamente. Debo atender asuntos importantes que abandoné la noche anterior; pero no puedo hacerlo. Simplemente no puedo alejarme de ella. Amo admirar su suave rostro tan pálido y preciosamente peculiar.

Mientras más la observo, más convencido me siento de querer tenerla junto a mí durante el resto de mi vida...

Los minutos pasaban rápidamente, y yo maldecía por dentro deseando que duraran mucho más par no tener que alejarme de ella.

《Ella no se irá. Ella se quedará contigo.》 Dijo una voz en mi cabeza, y yo no pude evitar dar un largo y pesado suspiro rebosante de esperanza.

Poco a poco ella comenzaba a despertar y mi corazón latía cada vez más fuerte debido a la emoción de ver su expresión al recordar lo sucedido entre nosotros. Incluso haciendo muecas de disgusto y despeinada se ve radiante.

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