-¿Ir a España? ¿Realmente lo harás? - Preguntó Marco después de revelarle cuál era mi plan.
- Sí. Quizás vuelva hecha pedazos otra vez, como también puede que finalmente logre superar mi maldita cobardía y repare el error que cometí esa vez. - Respondí mientras buscaba en internet un departamento donde quedarme una vez que llegue allí.
- Hmmm... temo que las cosas no vayan a salir tan bien como esperas. Estas demasiado ilusionada y... - Guardó silencio durante un momento antes de soltar un largo y pesado suspiro lamentable.- No quiero volver a verte triste.
- Entonces deséame mucha suerte cuando me valla y reza por que todo salga bien. - Tomé su mano con fuerza y lo miré a los ojos durante un momento.- Si realmente deseas verme feliz, anímame para ir y ruega que no la vaya a joder...
- Obviamente deseo tu felicidad. - Me abrazó con todas sus fuerzas y suspiró lastimosamente sobre mi hombro.- Quiero que seas la mujer más feliz del mundo sea como sea, Co. Realmente lo quiero.
- Gracias. - Sonreí totalmente agradecida.- Ahora ayúdame a preparar una maleta. Debo escoger algo interesante para lucir en esa subasta. Por lo que me salió una simple invitación, estoy más que segura de que el evento será formal y no puedo lucir mal. Quizás no luzca bonita debido a mi aspecto de mosquito enfermo, pero un buen peinado y un lindo vestido siempre lo compensan.
- No digas estupideces. - Me empujó bruscamente.- Tu no necesitas de eso para llamar la atención. Escoge cualquier atuendo elegante y simplemente preséntate allí.
- Se nota que tú no eres mujer. - Negué con la cabeza muy ofendida y me dirigí a mi habitación en busca de un buen vestido de gala. No he usado casi ninguno y la mayoría son diseños exclusivos, por lo que no necesito salir a comprar uno.
Después de más de una hora probando y modelando atuendos frente a Marco, me decidí por un solo vestido. A él no le gustaba demasiado ya que para él mostraba demasiado mi pierna debido al gran corte que posee, pero él no sabía que eso era lo que yo estaba esperando en realidad. Si el vestido no le gusta, es porque es perfectamente sexy.
Al día siguiente tomé el primer vuelo a España. Marco no deseaba dejarme ir, pero tuvo que obligarse a sí mismo. Tengo que hacer esto, o de lo contrario no podré estar tranquila... Bueno, en realidad voy a sufrir terriblemente si me llega a rechazar; pero por lo menos sabré que lo intenté. Intenté recuperarlo, y si lo he perdido... ¿A quién engaño? Voy a morir. Ese maldito imbécil no puede rechazarme ni aún que ya esté con otra. ¡Yo fui la primera y la más importante! ¡Exijo una oportunidad!
Okey, me calmaré.
El evento se realizará a la tarde noche, por lo que la subasta se realizará a las ocho de la noche y tengo exactamente tres horas para arreglarme. ¿Qué se supone que debo hacerme en el cabello? Aún no me he podido decidir y estoy indecisa. ¡No puedo con tantos nervios! Si pudiera me tomaría todas mis pastillas para controlar mi ritmo cardíaco pero no puedo. Moriré de sobredosis... esa es una opción bastante interesante para tener en cuenta si el llegara a negarme.
En fin. Tomé una larga y muy especial ducha en la cual me encargué de eliminar cualquier "detalle" que pudiera tener. Después de ello arreglé mi cabello simplemente alisándolo y después lo recogí en una coleta alta exactamente igual que en aquella fiesta de año nuevo. Después de ello me coloqué el vestido y mis altos tacones color natural estilo highness; y para acabar, me coloqué un par de pendientes de oro y tomé mi bolso donde guardé la chequera, mi teléfono y algunos medicamentos que probablemente me harán falta sea como sea.
Antes de salir me observé frente al espejo y la verdad es que mis hombros se ven mucho más huesudos que aquella vez, pero no puedo evitarlo. Sí que me veo delgada... espero no espantarlo. Por lo menos aún no he perdido el toque sexy que me aportan mis piernas naturalmente gruesas. Gracias a Dios aún parezco una mujer y no he llegado a lucir como una enferma anoréxica, o de lo contrario ni siquiera me animaría a salir para mostrarme en publico.
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Arte etéreo
RomanceQuizás ella no sea la típica chica nerd que se enamora del más sexy del instituto; o la "don nadie" que de un día para otro se convierte el en centro del universo; o el pobre patito feo que al quitarse sus gruesos lentes de aumento se convierte en u...