Capítulo 16

991 116 17
                                    

Excelente. He apartado el día domingo para los hermanos Bloom, porque el sábado por la mañana tengo una salida que cumplir y por la tarde Sophie me ha informado que planea llevar unos cuantos amigos a la casa. Obviamente yo me pasaré todo el día encerrada en mi habitación leyendo y aprovechando para estudiar todo lo que no repasaré durante el día domingo, pero de todas formas me gusta estar muy bien informada. ¿Acaso creyeron que había abandonado mi manía por realizar horarios? Pues no. Puede que no tenga una agenda apretada en la cual no sobre ni siquiera un segundo de mi tiempo, pero de todas formas me agrada tener todo anotado para después colocar una tilde a su lado, señalando que esa acción ha sido realizada.

El sábado por la mañana desperté y me vestí con una simple camiseta suelta y la calza que Sophie me regaló. Obviamente también llevo puesto el bracier, pero no pienso mostrar nada otra vez. Y una vez acabado de ponerme las zapatillas para correr, bajé a la cocina para preparar un smoothie energizante como desayuno...

- Buen día. - Marco me sorprendió allí, cocinando un par de huevos revueltos, tostadas y café té negro. Sorprendentemente se veía de muy buen humor.

- Buen día. - Lo saludé, y él se acercó a mí para depositar un beso sobre mi mejilla. Eso me espantó un poco, pero de todas formas me esforcé por no poner cara extraña.- ¿A qué se debe esta sorpresa?

Mientras él preparaba lo suyo, yo saqué frutas y verduras del refrigerador para preparar mi smoothie.

- Extrañamente me quedé dormido y no pude salir a correr hoy a las cinco. ¡Hace ya mucho tiempo que no dormía tanto! Quizás lo que me tenía tan estresado es la falta de sueño. ¿Y tú vas a salir ahora también?

- Sí, pero...

- Entonces iré contigo. Sophie directamente se fue a casa de algunos amigos en particular, y no me dijo cuando iba a volver. - Se encogió de hombros sin darle importancia alguna.- Dudo que no vaya a volver hasta la tarde.

- Marco... ¿Estás bien? ¿Realmente te sientes bien? - Comencé a preocuparme por él. ¿Desde cuándo se toma tan a la ligera que Sophie haya desaparecido tan temprano? ¡Y para ir con unos amigos que él ni siquiera conoce!

Este no es Marco.

- La verdad es que no. Me siento extraño. - Se encogió de hombros nuevamente, y me obsequió una sonrisa.- A veces... a veces siento que soy demasiado distante contigo y con Sophie; más con ella, en realidad... Y decidí darle la libertad que se merece. De todas formas, si se llegara a encontrar en una situación importante, ella ya debe saber cómo comportarse. No es una niña, y tú tampoco.

- Marco...

- Con la diferencia de que tú jamás podrías llegar a estar en una situación comprometedora. - Soltó una carcajada de solo imaginarme capaz de hacer algo en contra de los principios con los que nuestros padres nos criaron.- El otro día conocí a tu amiga, y a decir verdad es demasiado tímida ¿No? Cuando le pregunté sobre ti se quedó petrificada y no fue capaz de soltar ni una palabra. Su hermano me dijo que te habías ido a la biblioteca y no sabían nada más. ¿Tienes idea de lo preocupado que estuve durante esas horas? Pero aún así jamás se me ocurrió pensar que tú podrías estar haciendo algo malo con alguien. Si me comporté tan brusco contigo, fue porque... me di cuenta de que la abuela tenia razón respecto a ti. Ya no eres mi hermanita pequeña. - colocó su mano sobre mi mejilla y me miró a los ojos de tal forma que sentí un malestar incómodo, un malestar llamado culpa.

Se que en realidad no hice nada malo. No me comporté de manera indecente ni nada por el estilo; pero el simple hecho de haberle mentido aún que sea una estupidez, me lastima la conciencia.

- Marco...

- Ya eres grande, Co. Y totalmente libre de hacer lo que desees. - Concluyó.

- ¿Por qué me dices esto? - Aún no podía comprender a la perfección qué es lo que me quería decir.

Arte etéreo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora